[Entrada 197]
Propòsits
Avui us presento aquest text que no és meu, però que m'ha semblat que estava ple de saviesa i molt adient per al moment d'encarar un nou any. Un moment que molts ompliu de propòsits per a ser millors persones. Diria que comparteixo la majoria del que diu, potser algunes coses les matisaria, però encerta especialment quan es tracta de xocolata... Ha! Ha! Ha! Ha!
Escrit per Regina Brett, 90 anys, The Plain Dealer, Cleveland, Ohio.
(Per celebrar l'arribada a la meva avançada edat vaig escriure unes lliçons que m'ha ensenyat la vida.)
* La vida no és justa, però així i tot és bona.
* La vida és massa curta per perdre el temps lamentant-se.
* El teu treball no et cuidarà quan estiguis malalt. Els teus amics i família sí. Estigues-t'hi en contacte.
* No has de guanyar cada discussió. Has d'estar d'acord amb no estar d'acord.
* Plora amb algú. Alleuja més que plorar sol.
* Quan es tracta de xocolata, la resistència és inútil.
* Fes les paus amb el teu passat perquè no t'arruïni el present.
* No comparis la teva vida amb la d'altres. No en tens ni idea de com és la seva travessia.
* Si una relació ha de ser secreta, val més no tenir-la.
* Respira profundament. Això calma la ment.
* Fuig del que no sigui útil, bonic o alegre.
* Mai no és massa tard per tenir una infantesa feliç. Però la segona només depèn de tu.
* Quan es tracta de perseguir allò que estimes de la vida, no acceptis un "no" per resposta.
* Encén les espelmes, utilitza els llençols bonics, posa't els vestits cars. No els guardis per a una ocasió especial. Avui és aquest dia especial.
* Sigues excèntric ara. No esperis a ser vell.
* L'òrgan sexual més important és el cervell.
* Ningú és responsable de la teva felicitat, només tu.
* Emmarca tot el que et sembli "desastre" amb aquestes paraules: "D'aquí a cinc anys, importarà això?"
* Perdona-ho tot a tothom.
* No t'afecta el que els altres pensen de tu. Ni te'n preocupis d'això.
* El temps ho cura gairebé tot.
* Per més bona o més dolenta que sigui una situació... algun dia canviarà!!!
* No et prenguis res massa seriosament.
* No qüestionis la vida. Només viu-la i aprofita-la al màxim el dia d'avui.
* Arribar a vell és millor que l'alternativa... "Morir jove".
* Tot el que veritablement importa al final, és que hagis estimat.
* Surt cada dia. També hi ha miracles fora de casa.
* Si apleguéssim tots els nostres problemes i poguéssim comparar-los amb els problemes que tenen els altres, ens quedaríem amb els nostres.
* L'enveja és una pèrdua de temps. No t'ha de preocupar pel que han aconseguit els altres, sinó la lluita pel que vols aconseguir.
* El millor està encara per arribar... O potser no.
* No importa com te sentis... arregla't i presenta't.
* Cedeix.
* La vida no està embolicada amb un llaç, però segueix essent un regal.
Us ha agradat? Confesso que no he pogut evitar retocar algun dels pensaments, i n'hi ha algun, com el de les relacions secretes que el matisaria força, perquè tothom té dret a tenir secrets i mantenir-los. I una relació es pot tenir en secret, el problema és quan ho ha de ser per força...
De fet, crec que l'única cosa realment seriosa és la vida, i fins i tot d'això en podem fer broma.
Suposo que vosaltres també discrepeu o teniu coses a dir d'algun/s d'aquests pensaments... Us encoratjo a fer-ho afegint un comentari en aquest «post». Ja sabeu que m'encanta que ho feu.
Feliç 2018!
Una abraçada.
Propósitos
Hoy os presento este texto que no es mío, pero que me ha parecido que estaba lleno de sabiduría y muy adecuado para el momento de encarar un nuevo año. Un momento que muchos llenáis de propósitos para ser mejores personas. Diría que comparto la mayoría de lo que dice, tal vez algunas cosas las matizaría, pero acierta especialmente cuando se trata de chocolate ... ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
Escrito por Regina Brett, 90 años, The Plain Dealer, Cleveland, Ohio.
(Para celebrar la llegada a mi avanzada edad escribí unas lecciones que me ha enseñado la vida.)
* La vida no es justa, pero aun así es buena.
* La vida es demasiado corta para perder el tiempo lamentándose.
* Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto con ellos.
* No tienes que ganar cada discusión. Tienes que estar de acuerdo con no estar de acuerdo.
* Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
* Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
* Haz las paces con tu pasado para que no te arruine el presente.
* No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
* Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
* Respira profundamente. Eso calma la mente.
* Huye de lo que no sea útil, hermoso o alegre.
* Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
* Cuando se trata de perseguir aquello que amas de la vida, no aceptes un "no" por respuesta.
* Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte los vestidos caros. No los guardes para una ocasión especial. Hoy es ese día especial.
* Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo.
* El órgano sexual más importante es el cerebro.
* Nadie es responsable de tu felicidad, sólo tú.
* Enmarca todo lo que te parezca "desastre" con estas palabras: "Dentro de cinco años, importará esto?"
* Perdonale todo a todo el mundo.
* No te afecta lo que los demás piensan de ti. Ni te preocupes de eso.
* El tiempo lo cura casi todo.
* Por más buena o más mala que sea una situación... ¡¡¡Algún día cambiará!!!
* No te tomes nada demasiado serio.
* No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo el día de hoy.
* Llegar a viejo es mejor que su alternativa... "Morir joven".
* Todo lo que verdaderamente importa al final, es que hayas amado.
* Sal cada día. También hay milagros fuera de casa.
* Si reunieramos todos nuestros problemas y pudiéramos compararlos con los problemas que tienen los demás, nos quedaríamos con los nuestros.
* La envidia es una pérdida de tiempo. No has de preocuparte por lo que han conseguido los otros, sino la lucha por lo que quieres conseguir.
* Lo mejor está aún por llegar... O quizás no.
* No importa cómo te sientas... arréglate y preséntate.
* Cede.
* La vida no está envuelta con un lazo, pero sigue siendo un regalo.
¿Os ha gustado? Confieso que no he podido evitar retocar alguno de los pensamientos, y que hay alguno, como el de las relaciones secretas que el matizaría bastante, porque todo el mundo tiene derecho a tener secretos y mantenerlos. Y una relación se puede tener en secreto, el problema es cuando lo tiene que ser forzadamente...
De hecho, creo que la única cosa realmente seria es la vida, e incluso de eso podemos bromear.
Supongo que vosotros también discrepáis o tenéis algo que decir de alguno/s de esos pensamientos... Os animo a hacerlo añadiendo un comentario a este «post». Ya sabéis que me encanta que lo hagáis.
¡Feliz 2018!
Un abrazo.
[Entrada 196]
Sobre Cataluña (a 7 de noviembre de 2017)
Este post va dedicado a los que me habéis pedido información sobre lo que está pasando en Cataluña. He seleccionado tres artículos que recogen algunos de mis puntos de vista. Lamentablemente son un poco largos, y como no me veo capaz de hacer un buen resumen os los reproduzco enteros a continuación. A los que preferís leerlos en su fuente (están todos ellos en castellano), os dejo los enlaces:
1. Cataluña y la solidaridad interregional en España
2. Hablemos de Democracia o también en: Hablemos de Democracia. Yo lo leí en la publicación de Diario 16, que es el primer enlace.
3. Un chiste sobre España y los derechos humanos
Espero que esto os aclare un poco las cosas.
Aunque no los haya teñido de verde, los textos que siguen estan todos escritos en castellano.
Un abrazo.
--------- Anexos --------- (1)
Cataluña y la solidaridad interregional en España
Javier Ruiz Collantes - Catedrático de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona
Blogs.publico.es - Dominio público - Opinión a fondo (http://blogs.publico.es/dominiopublico/24448/cataluna-y-la-solidaridad-interregional-en-espana/)
En estos momentos convulsos en los que desde Cataluña, por parte del gobierno catalán y los partidos y movimientos sociales independentista, se pone en cuestión la relación entre España y Cataluña, en España las organizaciones, los líderes y los ciudadanos que se consideran de izquierdas toman partido y se posicionan en uno u otro sentido.
Muchos políticos, intelectuales y ciudadanos españoles de izquierda señalan la ilegitimidad de la voluntad independentista de parte de los ciudadanos catalanes apelando a la llamada solidaridad interregional, esta solidaridad se fundamentaría en el deber de las regiones ricas de ayudar a las regiones pobres. Deber del que Cataluña parece querer escapar. Esta apelación es lógica puesto que la solidaridad es un valor fundamental de las ideologías de izquierda. En el presente artículo se pretende argumentar contra esta posición de buena parte de la izquierda española.
El independentismo catalán cifra el llamado “expolio fiscal” en entre 13.000 y 16.000 millones de euros, es decir, dinero que es recaudado a través de impuestos en Cataluña, que llega al gobierno central del Estado y que no vuelve a Cataluña. Frente al argumento del “expolio fiscal” regional, muchas veces se ha oído, a representantes del gobierno central del Estado o a representantes de los partidos hegemónicos en España, argumentar que los impuestos no los pagan los territorios sino los ciudadanos. De lo cual se deduce que las transferencias de recursos no se producen de un territorio hacia otros sino de unos ciudadanos a otros, independientemente de donde residan. Para ver este tema de manera adecuada se debe salir de este falso dilema y observar las cosas con mayor realismo y claridad: los impuestos no los pagan los territorios, pero tampoco los ciudadanos; los impuestos los pagan, o no los pagan, las clases sociales.
Resulta irrefutable y ampliamente documentado que en los Estados con economías de matriz neoliberal, como ésta en la que nos movemos, el mayor aporte impositivo se da a través de las rentas de trabajo y no de las rentas de capital y que la grandes fortunas y las grandes corporaciones empresariales tienen diferentes vías, más o menos legales o ilegales, para escabullirse respecto a sus obligaciones fiscales. Recordemos, a título de ejemplo muy significativo y directo, cómo el multimillonario Warren Buffet, en un gesto que le honró, en una entrevista a la NBC denunció que el sistema fiscal norteamericano hacía que él pagara menos impuestos que cualquiera de sus empleados, incluidos los recepcionistas.
Bien, los impuestos los pagan algunas clases sociales: los trabajadores, los profesionales, los autónomos, los pequeños y medianos empresarios, en definitiva las clases trabajadoras y las clases medias, pero no la alta burguesía ni las grandes fortunas. Este es un dato muy relevante para entender la función de la llamada “solidaridad interregional”.
Es muy significativo que la derecha española, sólo apele a la solidaridad y a la igualdad entre españoles cuando habla de relaciones interterritoriales, pero nunca cuando habla de las relaciones entre clases sociales y sectores socioeconómicos.
Ante el conflicto del Estado Español y el movimiento independentista catalán, se ha puesto sobre la mesa como una posible solución un “pacto fiscal” por el que Cataluña podría pasar a tener un estatuto fiscal como el Pais Vasco o Navarra. Sin embargo, por ejemplo, el 2 de octubre de este año el diario El Mundo titulaba un artículo de la siguiente manera: “Expertos del gobierno advierten: Un pacto fiscal con Cataluña sería `monstruoso’ y costaría 13.000 millones”. En dicho artículo se reproduce un gráfico con las balanzas fiscales interregionales en las que se observa que sólo Cataluña y Madrid y, en muchísima menor medida, Baleares y Valencia son comunidades aportadoras netas al sistema y transfieren diferentes porcentajes de lo que se recauda en su territorio al resto de comunidades autónomas. Las que más aportaciones reciben son Andalucía, Extremadura, Galicia, Castilla León y Castilla la Mancha.
Resulta esclarecedor que mientras que durante décadas la derecha y también la izquierda española minusvaloraban la contribución de Cataluña a las arcas del Estado descalificando lo que los gobiernos catalanes denunciaban en torno al expolio fiscal y decían que el déficit fiscal catalán se movía en torno a los 4.000 millones; ahora, cuando hay que poner los números de verdad sobre la mesa para decidir lo que el Estado puede ceder y no ceder a Cataluña en una situación extrema de peligro de ruptura, resulta que fuentes gubernamentales de Madrid acaban admitiendo que el montante es tan “monstruoso” que el Estado no puede prescindir de él.
En todo caso, lo relevante de la discusión no estriba en el montante del “déficit fiscal”, si 4.000 millones, 9.000. 13.000 o 16.000; este es un debate que podría ser secundario; lo realmente importante es la función económica, social y política de ese dinero, de dónde sale y para qué sirve.
Se ha de tener en cuenta que el País Vasco y Navarra no aportan nada debido a que mediante el llamado “pacto fiscal” mantienen una relación prácticamente confederal con el Estado Español. Por otro lado, la cuestión de lo que supuestamente aporta la Comunidad Autónoma de Madrid sería otro tema relevante por sí mismo, pues seguramente una buena parte de lo que da por un lado lo recibe por otro. Por ejemplo, en forma de gastos e inversiones como capital del Estado, como destino, directo o indirecto, de las inversiones no regionalizadas en un Estado con infraestructuras centralizadas y radiales, en impuestos de sociedades de numerosísimas grandes corporaciones que aunque tengan su producción en otras comunidades autónomas tienen su sede social y fiscal en Madrid, junto a la autoridad reguladora del mercado, y pagan impuestos en la comunidad autónoma madrileña. Incluso hay que tener en cuenta que una cosa es lo que el gobierno central presupuesta en inversiones en infraestructuras y servicios, que es lo que hace público, y otra cosa muy distinta lo que realmente ejecuta. Sistemáticamente, en Cataluña, lo realmente ejecutado es menor que lo oficialmente invertido; mientras que en Madrid ocurre lo contrario. Pero todo esto es otro tema a discutir, aunque de ello podría desprenderse que una parte fundamental de lo que se transfiere a las comunidades autónomas deficitarias, casi todas, proviene en gran medida de los impuestos de los que de verdad pagan impuestos en Cataluña: las clases medias y las clases trabajadoras.
¿Por qué las fuentes del gobierno central que cita El Mundo, consideran “monstruoso” el hecho que una buena parte de lo recaudado en Cataluña no fuera a parar a los gastos e inversiones del gobierno central y de otras comunidades autónomas españolas deficitarias? Sencillamente porque haría el sistema insostenible, pero ¿qué sistema? Pues el sistema de poder y subordinación entre clases sociales.
Más allá del uso que el gobierno español hace de los recursos de que dispone para reflotar de la ruina a las empresas financieras privadas y de otorgar grandes concesiones de obras a constructoras para la realización de mastodónticas infraestructuras, muchas veces inútiles, nos centraremos en las transferencias de recursos de unas regiones a otras. Tomemos el caso de las regiones del sur de España y, de forma particular, el caso de la mayor de ellas: Andalucía
Andalucía es un gran país, con una cultura rica y de primer nivel, con enormes potencialidades, con un pueblo admirable que en momentos históricos concretos ha demostrado comportamientos heroicos en las luchas por la libertad, la justicia social y el desarrollo de su región y del conjunto de España. Pero no se puede negar la realidad actual. En estos momentos y en su actual estructura socioeconómica, Andalucía es un país inviable si no fuera por las aportaciones exteriores, tanto desde otras comunidades autónomas españolas como de otros países europeos. Andalucía, Extremadura, Canarias y Castilla la Mancha, según datos de Eurostat de 2017, lideran los índices de paro en Europa, sólo por detrás de la región Griega de Macedonia Occidental. En estas regiones españolas, prácticamente la tercera parte de la población en condiciones de trabajar está en paro, con bolsas de desempleo en municipios de algunas provincias que pueden llegar al 40%. El desempleo es endémico y estructural en España, pero en las regiones del sur alcanza cotas insoportables. Mirado desde este punto de vista, el problema más grave del Estado Español está en el sur y no en el noreste.
La situación de las regiones del sur, especialmente en el caso de Andalucía, se debe al mantenimiento de una estructura productiva que es desastrosa y que exacerba los rasgos negativos de la estructura productiva del resto de España: el monocultivo de ladrillo y turismo y la escasísima presencia de industria e innovación, y además posee características propias como la existencia del latifundismo en la propiedad de la tierra, un latifundismo muy poco o nada productivo.
De hecho, por ejemplo, según datos del Instituto de Estadística de Andalucía, el latifundismo no ha disminuido, sino que históricamente ha ido creciendo. Si en 1930 los latifundistas tenían la propiedad del 43 % de las tierras cultivables, actualmente estas tierras están en torno al 50%. Según datos del Sindicato de Trabajadores Andaluces, SAT, el 50% de las tierras cultivables está en manos del 2% de propietarios.
Las elites socio-económicas andaluzas, que en buena parte provienen de la aristocracia y no tienen ni siquiera la mentalidad emprendedora de la burguesía moderna, mantienen sus privilegios en base al inmovilismo y no tienen la menor intención de activar auténticos factores de desarrollo en su región. El statu quo existente ya les resulta sumamente beneficioso. Pero es que ni siquiera los gobiernos autonómicos del PSOE durante los últimos 30 años han hecho nada realmente significativo para cambiar la situación en términos de empleo, productividad y desarrollo. Al final el poder político y las élites socio-económicas se apoyan mutuamente. Un símbolo realmente significativo y vergonzoso de este maridaje está en la declaración de la difunta Duquesa de Alba como Hija Predilecta de Andalucía y la concesión que se le hizo de la medalla de Andalucía por parte del gobierno autonómico del PSOE.
El desempleo masivo genera en el sur de España situaciones socialmente explosivas que afectan sobre todo a las clases populares andaluzas y cuyos efectos sólo puede entenderse que se contengan en base a los recursos que llegan a través de la transferencia de otras comunidades autónomas, especialmente desde Cataluña.
De esta forma, dado que como hemos comentado al principio, se ha de tener en cuenta que quienes pagan impuestos no son ni los territorios, ni las personas, sino las clases sociales, el resultado es que las clases medias y las clases trabajadoras catalanas han de sufragar el mantenimiento de una situación que en última instancia solo beneficia a las élites sociales económicas y políticas del sur y el suroeste de España, pues no tienen un proyecto histórico de desarrollo para sus regiones y su único proyecto es mantener la situación actual porque ello les asegura los privilegios de los que disfrutan, de los que han disfrutado siempre. Ello explica en gran parte la agresividad con que, en las últimas décadas, los líderes regionales del PSOE en el sur de España, desde José Bono hasta Susana Díaz, se han referido a los movimientos independentistas catalanes.
Contrariamente a lo que piensa una buena parte de la izquierda española, el movimiento independentista catalán no es una cosa de cuatro políticos iluminados, ni de la alta burguesía catalana. Para hacer un análisis certero de esta realidad compleja, hay que tener en cuenta que el independentismo catalán es un movimiento popular integrado por amplios sectores de las clases medias y sectores de las clases trabajadoras. Sin embargo, no es ninguna novedad, que sectores también importantes de la clase obrera, provenientes de la inmigración, defienden el unionismo por su vinculación identitaria con España. Pero no confundamos esta vinculación identitaria con los intereses socioeconómicos en tanto que clase social. La prueba de lo explicado hasta aquí es que la alta burguesía catalana defiende con gran fuerza la permanencia de Cataluñaa en España, pues es una élite entroncada con los intereses de la alta burguesía española y que, dada su escasa contribución impositiva, no recela de las transferencias de recursos desde Cataluña hacia otros lugares de España. Otra de las pruebas de lo que aquí se dice está en que los grandes empresarios catalanes colaboran con la estrategia del miedo del gobierno central trasladando sus sedes sociales fuera de Cataluña y que la organización del gran empresariado catalán, Foment del Treball, siempre se ha manifestado de manera radical, muy agresiva y amenazante, en contra de los movimientos pro-independencia. Decir que el proyecto independentista catalán es un asunto de la alta burguesía catalana, implica o mala fe o no entender nada.
Pero situemos aún más la cuestión en términos de los intereses de las clases sociales. Cuando la derecha apela a la solidaridad interregional lo que hace es demandar que las clases populares catalanas, que sufren también la precariedad social y la desigualdad en su comunidad autónoma, sobre todo cuando en la Generalitat gobierna la derecha, contribuyan a mantener la estabilidad en regiones donde la situación social resulta inviable y explosiva y, con ello, apuntalen la pervivencia de los privilegios de las élites de esas regiones. Nunca la derecha española ha defendido ni defenderá que la aristocracia y la alta burguesía andaluzas, y del resto de España, deba cumplir con sus obligaciones impositivas y sociales y deba, por ejemplo, sufragar las ayudas a los desempleados andaluces; por el contrario señalará a la solidaridad interregional como fuente de todo remedio. Todo ello implica imponer que sean las clases medias y trabajadoras catalanas las que se hagan cargo, por ejemplo, de los gastos que los subsidios de desempleo genera en el sur de España y así las élites andaluzas y españolas puedan seguir manteniendo un sistema productivo, o mejor, improductivo, que las beneficia pues no deben arriesgar su capital en un mercado más moderno y de mayor competencia ni deben tocar el sistema de dominación de clases en sus comunidades autónomas.
Por todo ello, la solidaridad interregional no implica, como mucha izquierda española piensa, detraer recursos de la gran burguesía catalana para que vayan a parar a los trabajadores del sur de España. ¿No sabemos ya que la contribución impositiva de la alta burguesía y de las grandes corporaciones es mínima? Por el contrario, la solidaridad interregional supone extraer recursos de las clases medias y trabajadoras catalanas para beneficio de las élites económicas andaluzas, extremeñas, etc. que pueden así mantener un sistema productivo y de poder político en el que basan sus privilegios sin que la situación social de sus regiones se les vaya de las manos.
Por todo ello, la llamada “solidaridad interregional” es la clave de bóveda del sistema socio-económico en España, clave sin la cual éste sería insostenible y, por ello, para las élites españolas, es un principio que, a través de un discurso nacionalista y demagógico y mediante acciones políticas represivas, defenderán siempre, poniendo todos los medios a su alcance para que nunca se quiebre.
--------- Anexos --------- (2)
Hablemos de Democracia
Por Beatriz Talegón - 06/11/2017 (http://diario16.com/hablemos-de-democracia/, o https://www.sierranortedigital.com/49716020/Hablemos-de-Democracia.-Por-Beatriz-Talegon.html)
No era necesario tratar de impedir por todos los medios una consulta en Cataluña sobre la opinión pública al respecto de la independencia. Nada mejor para conocer qué piensa la población sobre un asunto histórico y que ha sido para muchas personas una razón de lucha incansable. Bien podría el Gobierno de España haber establecido los parámetros para garantizar que todos tuvieran voz, que se hiciera una consulta con todas las garantías, acordando incluso que no fuera vinculante, pero sí una herramienta de conocimiento de una realidad social; podrían haber hablado de tantas cuestiones importantes…. Y como quiera que el Partido Popular está preocupado en envolverse (y envolverlo todo, dicho sea de paso) con la bandera de España, el PSOE bien podría haberle echado el freno a esta situación tan lamentable.
Podría el PSOE haber puesto pie en pared, hacer de oposición, y de paso, de partido de Izquierdas (porque lo dice continuamente, vaya). Y así, plantearle al Gobierno de España que, o garantizaba una consulta pacífica, con todas las garantías, para poder escuchar a una sociedad catalana desatendida en muchas cuestiones durante los últimos años, o se plantearía una moción de censura. No era descabellado ya a mediados de septiembre el hecho de pensar que el Partido Popular arrasaría con todo lo que pudiera, con todo lo que sonase a rumba catalana. Ya entonces Pedro Sánchez recibió mensajes explícitos avisándole de lo que sucedería si no se apartaba de los Populares. Se lo dijeron muchas voces. Prefirió callarse, quedarse a un lado, mientras en las reuniones que mantenía su partido con miembros del Gobierno les convencían de que nada pasaría el 1 de octubre en Barcelona. Aclaro: cuando le decían a los socialistas que “nada ocurriría” se referían a que no habría urnas, ni votos ni nada de nada. Sin embargo hubo. Hubo mucho. Muchos palos, mucha violencia, mucho dolor. Y mucha dignidad, mucho valor, y mucha cultura democrática por parte del pueblo que quiso expresarse. Porque recuerdo que, a pesar de no haber garantías para poder considerar esa votación como fotografía de una opinión masiva, hubo votos (los menos) que dijeron que NO. Y a esa gente también le partieron la cara. Los palos fueron contra quienes simplemente querían decir lo que pensaban. Y eso es un motivo suficiente para plantearle al Gobierno de Rajoy una moción de censura en toda regla.
Por si fuera poco, la agresividad verbal, informativa, y por cualquier medio posible del Gobierno de España ha ido en aumento. Se ha mentido, difamado, humillado a muchísima gente. No solamente a la población catalana, sino también a quienes leemos los periódicos españoles, consumimos televisión y radio. Hemos visto la cantidad de mentiras que se han publicado y ante las que la gran mayoría no ha podido reaccionar, pues muchos ni siquiera saben por estas tierras que, por ejemplo, “los Jordis” subieron a aquél coche de la Guardia Civil habiendo pedido permiso previamente a los agentes. Aquí muy pocos saben que, subidos a ese coche, megáfono en mano, pidieron a todo el mundo que se comportase con calma, de manera pacífica, que dejasen trabajar a la justicia en sus investigaciones, a los policías, y que se marchasen a casa sin organizar ningún tipo de altercado. Sí, esos a los que aquí se vio subidos a un coche lleno de pegatinas, cuando nos querían dar a entender que eran unos violentos que estaban en realidad jaleando a las masas para que robasen armas del vehículo y demás barbaridades, estaban haciendo todo lo contrario.
Dicho sea de paso, se supone que estuvieron movilizando a las masas para organizar concentraciones tumultuarias, donde entre otras cosas, se robaron armas de un coche de policía. Eso se ha estado diciendo por aquí hasta la saciedad. Y no ha habido una sola prueba de tales afirmaciones. De hecho, a ningún policía le faltó ningún arma al final del día. Ni un sólo atestado policial se redactó en aquélla manifestación. Nada. Tuvo que pedirle el Fiscal General, que a su vez la juez Lamela ordenase redactar atestados para poderlos incorporar en la querella contra los Jordis. ¿Usted sabía esto?. Pues empiece a dudar de muchas de las cosas que nos están contando.
No era necesario encarcelar a “los Jordis“.
No era necesario encarcelar a ningún político. Ni esposarle al detenerle. Ni humillar a nadie. Ni insultar a ninguna persona. No era necesario pero aquí mucha gente, muchos políticos, muchos periodistas, lo están haciendo de manera frecuente. Como justifican cualquier cuestión sin valorar las voces más sabias sobre estos asuntos. No es necesario generar más confusión ni ruido. ¿O sí lo es?
Si España quiere presumir de democracia debería, lo primero, plantear qué imagen da. Cómo se comportan sus principales dirigentes políticos. Plantearse que las faltas de respeto, las agresiones verbales contra quienes piensan diferente a ellos, suponen una merma democrática importante. La población, quizás podría plantearse lo que significa andar colgando banderas de los balcones porque así lo está pidiendo un Gobierno (a través de sus voceros) señalado por corrupción, donde al frente se sitúa el partido más corrupto de toda Europa.
Ya llegan voces “externas” que no tienen cortapisas en decirle a Rajoy que su comportamiento es “como el de un franquista autoritario” (ex primer ministro Belga); o que está yendo demasiado lejos (Viceprimer ministro Belga y Ministro de Interior); o que se están violando los Derechos Fundamentales consagrados en la Carta Europea (Varoufakis junto a cien firmas de reconocido prestigio internacional). Son ya muchas las voces que le piden a la Unión Europea que intervenga. Que tome cartas en el asunto. Y lo dicen desde la perspectiva de considerar que Rajoy y los suyos están pisoteando la Democracia y los Derechos Humanos. Ni siquiera porque se planteen defender una posición independentista; no. Se habla de democracia. Sin más.
Y de eso hablamos muchos. Que no somos independentistas pero que entendemos que defender el independentismo o cualquier otra cuestión que interese a la población (comprensible cuando tenemos un sistema territorial que puede dar lugar a plantearlo), de manera pacífica y constructiva, debe tener respeto y garantías de ser planteado en un marco y contexto donde nadie pueda temer por plantear sus ideas. Y eso debe estar garantizado por el Estado.
Dejemos de hablar de “constitucionalistas” para hablar de “Demócratas”. Es momento de quitar las caretas.
--------- Anexos --------- (3)
Un chiste sobre España y los derechos humanos
JESÚS LÓPEZ-MEDEL - 6 DE NOVIEMBRE DE 2017 (http://ctxt.es/es/20171101/Firmas/15988/Espa%C3%B1a-derechos-humanos-Puigdemont-Belgica-Lopez-Medel.htm)
“Hay escritos que, como las sentencias, deben comenzar leyéndose por el final.
Este es el caso. Comiencen por la Postdata” (Nota del editor).
La orden de detención europea contra Puigdemont abre otra gran caja de los truenos en lo que cada vez más pensadores vienen calificando como una causa general contra el independentismo abierta por el régimen español. Revestida de carácter jurídico, sus medidas tienen fondo y alcance políticos.
No se discute que la actitud de las autoridades catalanas ha sido un esperpento, ni la producción de claras ilegalidades ni la posibilidad de que hubiesen cometido delitos de desobediencia o prevaricación. Pero ello está muy lejos de la disparatada calificación de rebelión y sedición que promueve la Fiscalía General, dependiente del Gobierno.
¡Tanto tiempo hablando de Venezuela sobre la prisión de opositores encarcelados y resulta que aquí nos ponemos a su nivel y aún más, llevando a prisión a numerosos dirigentes gubernamentales, parlamentarios y líderes sociales!
Es muy grave la internacionalización del conflicto: la imagen de España en la opinión pública internacional está muy deteriorada. Esta apreciación la hago desde mi experiencia técnica profesional en el ámbito internacional.
En primer lugar hay que referirse a las consecuencias muy negativas que puede causar la orden de detención europea, promovida por la Fiscalía, y cuya instrucción por la jueza Carmen Lamela nos hizo recordar otro caso reciente que llevó ella misma y que puso en alerta a todos los defensores de los Derechos Humanos. Me refiero al caso Alsasua, donde unos enfrentamientos, o una reyerta en un bar de esa localidad, fueron calificados por su señoría como delito de terrorismo en una interpretación muy expansiva de este delito.
Se evidencia que al Fiscal General, José Manuel Maza, reprobado por el Parlamento, le interesaba que el asunto catalán cayese en manos de esta jueza de instrucción; aunque los delitos imputados no son ni siquiera competencia de la Audiencia Nacional. De ahí su empecinamiento en atribuirlo a un órgano excepcional donde sabía que iba a ser más fácil conseguir hacer efectiva su alarmante frase “hemos tenido mucha paciencia” con los independentistas.
Ahora, tras enviar expeditivamente y con clara indefensión a prisión incondicional sin fianza a casi todo el gobierno catalán, la jueza ya ha dictado la orden de detención de Puigdemont. Esto va a crear unas tensiones enormes en la Unión Europea y un juicio jurídico, con consecuencias políticas, que revelará cómo está España en materia de Derechos Humanos. Me anticipo a lo que pueda suceder ahora que empieza su tramitación, pero mucho me temo que el proceso belga puede dañar aún más a nivel internacional la imagen del país.
La orden de detención y entrega europea, instituida por la Decisión Marco 2002/584, se concibió para sustituir el mecanismo clásico de extradición --que implicaba una decisión del poder ejecutivo-- por un instrumento de cooperación entre las autoridades judiciales nacionales basado en los principios de reconocimiento mutuo de las sentencias y demás resoluciones judiciales y también en el de confianza recíproca entre Estados miembros de la UE.
Esta medida instauró un nuevo sistema de detención y entrega de las personas condenadas o sospechosas de haber infringido la ley penal en un país, limitándose estrictamente los motivos de no ejecución y fijándose plazos breves de adopción de las decisiones. Pero todo ello requiere un juicio fundamental: la persona que se procede a devolver al país de origen debe tener asegurados plenamente sus derechos, entre ellos la garantía de un juicio justo y que, en su caso, su internamiento en prisión se realice de manera respetuosa con los derechos humanos.
Sobre este asunto, debe desgraciadamente reconocerse que España no tiene en Europa buena imagen en materia de observancia de Derechos Humanos. Así se ha dicho en algunos foros como el Consejo de Europa o incluso en la propia ONU, que han criticado la represión de derechos contenida en la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza.
Pero no son solo algunos organismos internacionales, también hay países donde se piensa así. Hay que recordar, por ejemplo, que el propio Estado belga, sede de las instituciones comunitarias, ha denegado en el pasado la entrega a nuestro país de presuntos etarras desde la consideración de que en España “no se cumplen los derechos humanos”. Esto es muy fuerte, pero es acallado aquí con la retórica hueca del “somos un Estado de Derecho”.
Esas impresiones cada vez se extienden más entre los ciudadanos. Perplejos nos dejan también las asociaciones de jueces y fiscales emitiendo constantemente --hasta siete-- comunicados en la misma línea del gobierno de Rajoy, en los que califican como "totalitarias" a las autoridades catalanas o afirmando que se ha producido “un golpe de Estado en Cataluña”.
No sólo es una forma inadmisible de presionar a sus compañeros jueces, sino también de emitir opiniones políticas que pudieran afectar a hechos que iban a ser enjuiciados. A las asociaciones corporativas muy de derechas como la APM, Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente se llegó a unir torpemente la ‘progresista’ Jueces para la Democracia. Igual sucedió en el ámbito de la fiscalía, con la UPF emitiendo comunicados patrióticos. La excusa era corporativa: “Proteger a nuestros compañeros en Cataluña”. Para ellos, ¡antes la Patria que la Justicia!
Si la orden de detención europea fuese denegada, a España le quedaría la vía final de acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, donde podrá comparecer cualquier otro país, además de Bélgica, y cuya caja de resonancia sobre el enjuiciamiento de España tendría un gran eco.
Quiero destacar un precedente muy cercano. Se trata de una importante sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 5 de abril de 2016 que aplica, con excelente criterio, una interpretación justa y humana del Derecho, resolviendo dos cuestiones sobre un ciudadano rumano y otro húngaro que fueron sometidas al TJUE por un Tribunal de Bremen (Alemania), que era donde se encontraban. En ese proceso judicial europeo intervino España, que se alió con Hungría y Rumanía para defender la entrega de los dos demandantes. La extradición fue rechazada por la Gran Sala del Tribunal de Luxemburgo afirmando que los dos países no ofrecían suficientes garantías.
Esta sentencia aplica como sustrato los derechos humanos e invoca tanto la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea como la normativa no estrictamente comunitaria, la del Convenio de Roma, referida a los 47 miembros del Consejo de Europa.
En efecto, se cita el artículo 6 del Tratado Unión Europea (TUE), donde se dispone que “la Unión reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”. Pero --y esto es muy importante porque ensancha el prisma-- además, invoca el mismo precepto en su apartado 3, estableciendo que “los derechos fundamentales que garantiza el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950 y los que son fruto de las tradiciones constitucionales comunes a los Estados miembros formarán parte del Derecho de la Unión como principios generales”. Y ahí está el principio jurídico del derecho a un juicio justo y a la tutela judicial efectiva.
Así, pese a los postulados de presunción de confianza legítima y el reconocimiento mutuo entre Estados, pilares en que se basa la orden europea de detención, cabe la posibilidad de que se deniegue la ejecución en casos concretos señalados, como puede ser la violación grave y persistente por un Estado miembro de los valores exigibles, particularmente el respeto a la dignidad humana, el derecho a la libertad, el derecho a participar en asuntos públicos y, sobre todo, el derecho a un juicio justo y la prohibición de penas o tratos degradantes.
Pues bien, sobre esta base, puede suceder que las autoridades belgas denieguen la entrega de Puigdemont a España. Y serían varios los motivos. Uno primero, y ya contundente, es que el delito de rebelión y sedición, por el que es requerido desde España, no está en la lista de las causas penales por las que pudiera procederse a la entrega. Y no está porque tiene esta figura penal un carácter político, lo cual evidencia que frente a lo que dice el sector oficial gubernamental-judicial, hay un componente claramente político en el enjuiciamiento. Debe recordarse que una cosa es que hubiesen cometido ilegalidades y pudiesen ser enjuiciados por desobediencia, prevaricación o malversación, y otra muy diferente que sean tratados y penados por secesión o rebelión.
Este carácter político del proceso judicial se evidencia en el deseo público de un dirigente importante del PP, Pablo Casado, advirtiendo que Puigdemont podría acabar como Companys (prisión y fusilamiento). Tampoco facilita que se expida la orden de detención la prisión incondicional ya dispuesta de los gobernantes catalanes que se presentaron voluntariamente a declarar, tanto los de Madrid como Puigdemont y los que están con él en Bélgica. Es sumamente infrecuente que una persona acuda a declarar voluntariamente sin orden de detención ni por un delito flagrante y resulte enviado inmediatamente a prisión incondicional sin fianza. Solo en algún caso de asesinato sin arrepentimiento inmediato.
En este sentido, la forma tan expeditiva y sumarísima de proceder de la jueza respecto el vicepresidente y otros consejeros revela una disposición a actuar en la línea marcada por el fiscal designado por el Gobierno. Y cabe suponer que habría hecho lo mismo con Puigdemont en una resolución que ya tenía en gran parte escrita antes de oírles. Que se les enviase con premura a prisión sin haberles dejado tiempo para leer los documentos presentados esa misma mañana contra ellos refleja indefensión; y esa forma de actuar evidencia algo grave. De eso también tomará nota el tribunal belga.
Asimismo, las autoridades de ese país podrán apreciar que, según el Código Penal español, se requiere para el delito de rebelión la producción por los inculpados de una violencia que obviamente no ha existido: la ‘violencia’ física no encaja en el relato fáctico de la jueza española. Fue el pueblo catalán el que sufrió esa violencia el 1O.
La mala imagen de España en materia de Derechos Humanos se manifiesta no solo en no tener, a diferencia de los Estados democráticos, un Plan de Derechos Humanos, sino también, por ejemplo en que es, tras Turquía, uno de los países más condenados por el otro tribunal de Derechos Humanos, éste con sede en Estrasburgo, en el que acumula once sentencias por torturas o malos tratos en prisiones, fundamentalmente por su negativa a investigar. Este se calla aquí, pero es así.
Las gravísimas mofas de los policías nacionales que custodian la Audiencia mientras declaraban Junqueras y los otros consejeros revelan el odio que personas y cargos con responsabilidades de seguridad tienen por esas personas solo por sus ideas. Es humillante. Y a eso hay que sumar la forma de ser conducidos en los furgones policiales hasta la prisión, de modo vejatorio, según ha denunciado el vicepresidente catalán.
Son numerosos los elementos que las autoridades judiciales belgas tienen ante sí para valorar la procedencia de aplicar lo solicitado desde España. Y son muchos los factores que pueden inclinar la balanza a favor de denegarlo. En tal caso, se reflejaría desde el exterior lo que algunos desde aquí pensamos sobre el grave retroceso de los Derechos Humanos en España y la connivencia entre el poder judicial y ejecutivo a la hora de enjuiciar asuntos relevantes.
Se inicia el proceso, pero estoy seguro de que muchos españoles confían más en lo que puedan dictar los tribunales belgas que los de aquí. Esto es una tragedia. Significa que estamos más cerca de Turquía, de Hungría o de Polonia que de los países más avanzados y democráticos de la Unión Europea.
P.D Escrito y enviado este artículo llega la noticia de que el primer juez belga no encarcela a Puigdemont y le deja en libertad con medidas cautelares. Es la primera señal que deja en evidencia a la jueza Carmen Lamela, la Fiscalía General, las asociaciones ‘patrióticas’ de jueces y la supuesta independencia de los tribunales en España. Derechos Humanos 1 - España 0. A ver qué dice ahora el Tribunal Supremo respecto a Carme Forcadell y la Mesa del Parlament.
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Jesús López-Medel Báscones es expresidente de la Comisión de Derechos Humanos y Democracia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
--------- Anexos --------- (Fin)
[Entrada 195]
No ho entenc
Ja he confessat més d'una vegada que no hi entenc de lleis, però crec que sí de sentit comú. Jo suposo que tot l'articulat d'una llei té el mateix pes, vull dir que no hi ha articles que prevalguin sobre altres si no es diu específicament.
Portant aquesta reflexió a la Constitució espanyola. Llegim:
Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
L'article 1 defineix que és en un "Estado social y democrático de Derecho". Segon la RAE social vol dir: "Dicho de un orden jurisdiccional: Competente en materia laboral y de seguridad social". Democràtic vol dir que la titularitat del poder és del conjunt de la ciutadania. I de dret, que es regeix per un sistema de lleis escrites i institucions ordenat al voltant d'una constitució.
Suposant que l'article 2 no tinguin més valor que l'article 1, Espanya és un estat democràtic on un dels seus fonaments és que una indissoluble unitat de la Nació espanyola. I entenc que aquesta indissolubilitat no anul·la la democràcia.
També sabem que la Cort Internacional de Justícia amb seu a la Haia va declarar a la sentència sobre la independència de Kosovo (22/7/2010) que "El dret internacional general no conté cap prohibició aplicable a les declaracions d'independència." i "que quan hi ha contradicció entre la legalitat constitucional d’un Estat i la voluntat democràtica, preval aquesta segona, i declarem que en una societat democràtica, a diferència d’una dictadura, no és la Llei la que determina la voluntat dels ciutadans, sinó que és aquesta la que crea i modifica quan sigui necessari, la legalitat vigent."
Llavors, si la Constitució espanyola defineix l'Estat espanyol com un estat democràtic i en un estat democràtic la voluntat democràtica la que crea y modifica la legalitat, com és que en aquest país no es pot organitzar un referèndum per iniciar un procés que pot implicar canvis a la Constitució?
Una abraçada.
No lo entiendo
Ya he confesado más de una vez que no entiendo de leyes, pero creo que sí de sentido común. Yo supongo que todo el articulado de una ley tiene el mismo peso, quiero decir que no hay artículos que prevalezcan sobre otros si no se dice específicamente.
Llevando esta reflexión a la Constitución española. leemos:
Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
El artículo 1 define que es en un "Estado social y democrático de Derecho". Según la RAE social significa: "Dicho de un orden jurisdiccional: Competente en materia laboral y de seguridad social". Democrático significa que la titularidad del poder es del conjunto de la ciudadanía. Y de derecho, que se rige por un sistema de leyes escritas e instituciones ordenado alrededor de una constitución.
Suponiendo que el artículo 2 no tengan más valor que el artículo 1, España es un estado democrático donde uno de sus fundamentos es que una indisoluble unidad de la Nación española. Y entiendo que esta indisolubilidad no anula la democracia.
También sabemos que la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya declaró en la sentencia sobre la independencia de Kosovo (07/22/2010) que "El derecho internacional general no contiene ninguna prohibición aplicable a las declaraciones de independencia." y "que cuando hay contradicción entre la legalidad constitucional de un Estado y la voluntad democrática, prevalece esta segunda, y declaramos que en una sociedad democrática, a diferencia de una dictadura, no es la Ley la que determina la voluntad de los ciudadanos , sino que es ésta la que crea y modifica cuando sea necesario, la legalidad vigente. "
Entonces, si la Constitución española define España como un estado democrático y en un estado democrático la voluntad democrática es la que crea y modifica la legalidad, ¿cómo es que en este país no se puede organizar un referéndum para iniciar un proceso que puede implicar cambios en la Constitución?
Un abrazo.
[Entrada 194]
Autonomies
El 1977, passat un any i mig des de la mort del dictador, es van celebrar unes eleccions constituents per donar per acabada la dictadura. Aquest parlament va elaborar una constitució que es va aprovar i refrendar a finals de 1978, la qual encara és vigent avui pràcticament sense canvis. Aquesta establia un model semifederal inspirat en el de la Segona República (1931-1939) format per algunes regions amb autonomia. A la nova constitució es definien dos tipus d'autonomia, les anomenades històriques, que es deia que eren Catalunya, Euskadi i Galícia, que tindrien un parlament propi i la resta que podrien accedir a una autonomia menys completa i sense parlament (en l'actualitat n'hi ha un total de 17 que cobreixen tot el territori de l'estat espanyol).
Un any després, a finals de 1979, Catalunya i Euskadi es van dotar dels seus primers estatuts. Andalusia havia iniciat una lluita per ser inclosa dins de les autonomies històriques, per assolir un estatut amb parlament. Això va donar peu a la idea d'uniformitzar totes les autonomies, cosa que un ministre del moment va definir amb la frase "cafè per a tots".
Dels pactes que van fer els dos principals partits del moment, conseqüència de l'intent de cop d'estat del 23 de febrer de 1981, va sorgir la LOAPA (Llei Orgànica d'Harmonització del Procés Autonòmic), una llei que pretenia harmonitzar els estatuts d'autonomia d'una forma restrictiva, donant la mínima autonomia possible, però el Tribunal Constitucional la va tombar el 1983. Els 17 estatuts d'autonomia es van fer com si totes les regions fossin històriques. Un "cafè per a tots" per la part de dalt, de màxims.
Davant les dificultats que estava tenint amb el govern de l'Estat especialment durant la segona legislatura de govern d'Aznar, en la qual tenia Aznar majoria absoluta, Catalunya va començar a estudiar com aconseguir més autogovern. L'any 2004, va pujar al govern el PSOE, amb la presidència de José Luis Rodríguez Zapatero. Amb el seu suport i el d'un govern català presidit pel socialista Pasqual Maragall, el parlament de Catalunya, va estudiar i redactar un nou estatut d'autonomia.
Malgrat la promesa de Rodríguez Zapatero d'aprovar la proposta catalana tal qual, el Parlament de l'Estat "li va passar el ribot", va rebaixar-lo, aplicant retalls. Al mateix temps el PP, ja liderat per Mariano Rajoy, recollia signatures contra aquest nou estatut, tot dient que les recollia contra Catalunya. El nou estatut va ser aprovat al Parlament de l'Estat i en referèndum pel poble de Catalunya el 2006. Simultàniament el PP va presentar un recurs d'inconstitucionalitat al Tribunal Constitucional (TC). La sentència del TC, dictada el 2010, donava la raó al PP, almenys en bona part, i l'estatut del 2006 va quedar encara més retallat, pràcticament quedà anul·lat. I aquest estatut mutilat és el que està vigent en l'actualitat.
El sonat fracàs de la reforma de l’Estatut del 2006 ens va ensenyar una important lliçó: sense el beneplàcit del Partit Popular no és possible alterar l’actual model territorial. El PP va demostrar que gaudia de poder de veto i des d’aleshores no ha dubtat a utilitzar-lo per bloquejar qualsevol oportunitat de renovació de l'encaix de Catalunya a Espanya.
La constatació que qualsevol canvi de l'statu quo requereix el consentiment del PP ha portat molts catalans a la convicció que Espanya no es pot reformar. La visió d’una Espanya inamovible ha estat precisament l’element que ha permès cohesionar i eixamplar les bases de l’independentisme els últims anys. Actualment qualsevol proposta reformista, sigui el pacte fiscal o alguna fórmula de caràcter federal, és considerada per molts catalans com una quimera. La independència es presenta, doncs, com l’única alternativa viable a l'statu quo. En efecte, si la reforma d'Espanya no és possible, llavors només hi ha la ruptura.
Extret de: Lluís Orriols, L’independentisme després de l'1-O. La Vanguardia, 9/10/2017
Quan un no encaixa la millor opció que té és marxar, però...
Mai he oblidat una conversa que vaig tenir fa 15 anys amb un home que segueix sent un pilar d'aquest règim. "No suporto els catalans", va exclamar. "Sempre volen fer un tracte. No tenen principis, per Déu! No hi ha principis!"
Extret de: John Carlin, Catalan independence: arrogance of Madrid explains this chaos. The Times, 7/10/2017
Una visió la d'aquest "pilar del règim" que planteja la impossibilitat de negociar quan es tenen principis? Vol dir que la pluralitat no és possible si es tenen principis?
Algun dia haurem de parlar de principis.
Catalunya és un país on el seu Parlament aprova cobrar un impost als bancs per a grans fortunes i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova protegir els ciutadans que han estat estafats per hipoteques o preferents i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova garantir que les famílies pobres tinguin llum, aigua i gas els mesos d’hivern i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova cobrar un impost per cada pis buit i dedicar-lo a lloguer social i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova fer polítiques d’igualtat entre homes i dones i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova que el català és la llengua vehicular a l'escola i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova cobrar un impost a les centrals nuclears i destinar-ne l’import a la protecció ambiental i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova prohibir el fracking i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova cobrar una taxa a les operadores d’Internet per dedicar-lo a la cultura i el Tribunal Constitucional ho tomba. Catalunya és un país on el seu Parlament aprova prohibir les corrides de toros i, segurament, el Tribunal Constitucional ho tombarà.
Aquest resum es llegeix en dos minuts, però la llista ─que podria ser el triple de llarga─ s’ha anat gestant amb anys. Hi falten les beques universitàries, les infraestructures ferroviàries, les matrícules dels cotxes, els horaris comercials, i un centenar de competències més en les que se li ha deixat clar que, per més majories que hi hagi al Parlament, a l’hora de la veritat quedaran en paper mullat perquè l'última paraula la té sempre Madrid. Després de 38 anys de Constitució i d’inici de la presumpta descentralització el llegat jurídic ens deixa ben clar el modus operandi: es traspassa la competència a la Comunitat Autònoma, la Comunitat Autònoma l’exerceix però si la llei no agrada a l’administració estatal, una de dos: o el Tribunal Constitucional la tomba o es redacta una llei espanyola que, tal com diu la Constitució, té un rang superior a l’autonòmica que, a la pràctica, queda anul·lada.
I quan et preguntes si val la pena continuar amb un estat així, resulta que preguntar-t’ho també està prohibit. Com també està prohibit ─i amb risc de presó─ permetre fer un debat al Parlament sobre com podria ser un estat que no prohibís tant. Això també està prohibit. I així, de prohibició en prohibició, cada vegada hi ha més persones que en lloc de fer-se la pregunta prohibida comencen a tenir ja la resposta. Sense que ningú els ho hagi preguntat perquè està prohibit. I quan després d’una pregunta prohibida tens una resposta convençuda llavors ja no hi ha tribunal que ho tombi.
Jofre Llombart, El Tomba Catalunya, més conegut com TC., El Món, 07/10/2016
La independència de la justícia espanyola ha estat posada en qüestió fins i tot per la Comunitat Europea. I sens dubte la influència del PP en el Tribunal Constitucional és indiscutible.
Cataluña tiene derecho a vivir su vida. El resto de España debe, sin más dilación, hacer que Cataluña viva su vida”
(“En su integridad” por Azorín, El Crisol, 19-VIII-1931)
Una abraçada.
Autonomías
En 1977, pasado un año y medio desde la muerte del dictador, se celebraron unas elecciones constituyentes para dar por terminada la dictadura. Este parlamento elaboró una constitución que se aprobó y refrendó a finales de 1978, la cual todavía está vigente hoy prácticamente sin cambios. Esta establecía un modelo semifederal inspirado en el de la Segunda República (1931-1939) formado por algunas regiones con autonomía. En la nueva constitución se definían dos tipos de autonomía, las llamadas históricas, que se decía que eran Cataluña, Euskadi y Galicia, que tendrían un parlamento propio y el resto que podrían acceder a una autonomía menos completa y sin parlamento (en la actualidad hay un total de 17 que cubren todo el territorio del estado español).
Un año después, a finales de 1979, Cataluña y Euskadi se dotaron de sus primeros estatutos. Andalucía había iniciado una lucha para ser incluida dentro de las autonomías históricas, para alcanzar un estatuto con parlamento. Esto dió pie a la idea de uniformar todas las autonomías, cosa que un ministro del momento definió con la frase "café para todos".
De los pactos que hicieron los dos principales partidos del momento, consecuencia del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, surgió la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico), una ley que pretendía armonizar los estatutos de autonomía de una forma restrictiva, dando la mínima autonomía posible, pero el Tribunal Constitucional la tumbó en 1983. Los 17 estatutos de autonomía se hicieron como si todas las regiones fueran históricas. Un "café para todos" por la parte de arriba, de máximos.
Ante las dificultades que estaba teniendo con el gobierno del Estado especialmente durante la segunda legislatura de gobierno de Aznar, en la que tenía Aznar mayoría absoluta, Cataluña empezó a estudiar cómo conseguir más auto-gobierno. En 2004, subió al gobierno el PSOE, con la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Con su apoyo y el de un gobierno catalán presidido por el socialista Pasqual Maragall, el parlamento de Cataluña, estudió y redactó un nuevo estatuto de autonomía.
A pesar de la promesa de Rodríguez Zapatero de aprobar la propuesta catalana tal cual, el Parlamento del Estado "le pasó el cepillo (de carpintero)", lo rebajó, aplicando recortes. Al mismo tiempo el PP, ya liderado por Mariano Rajoy, recogía firmas contra este nuevo estatuto, diciendo que las recogía contra Cataluña. El nuevo estatuto fue aprobado en el Parlamento del Estado y en referéndum por el pueblo de Cataluña en 2006. Simultáneamente el PP presentó un recurso de inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional (TC). La sentencia del TC, dictada en 2010, daba la razón al PP, al menos en buena parte, y el estatuto de 2006 quedó aún más recortado, prácticamente quedó anulado. Y este estatuto mutilado es el que está vigente en la actualidad.
El sonado fracaso de la reforma del Estatuto de 2006 nos enseñó una importante lección: sin el beneplácito del Partido Popular no es posible alterar el actual modelo territorial. El PP demostró que gozaba de poder de veto y desde entonces no ha dudado en utilizarlo para bloquear cualquier oportunidad de renovación del encaje de Cataluña en España.
La constatación de que cualquier cambio del statu quo requiere el consentimiento del PP ha llevado a muchos catalanes a la convicción de que España no se puede reformar. La visión de una España inamovible ha sido precisamente el elemento que ha permitido cohesionar y ensanchar las bases del independentismo los últimos años. Actualmente cualquier propuesta reformista, sea el pacto fiscal o alguna fórmula de carácter federal, es considerada por muchos catalanes como una quimera. La independencia se presenta, pues, como la única alternativa viable al statu quo. En efecto, si la reforma de España no es posible, entonces sólo hay la ruptura.
Extraído de: Lluís Orriols, El independentismo después del 1-O. La Vanguardia, 09/10/2017
Cuando uno no encaja la mejor opción que tiene es marchar, pero ...
Nunca he olvidado una conversación que tuve hace 15 años con un hombre que sigue siendo un pilar de ese régimen. "No soporto a los catalanes”, exclamó. “Siempre quieren hacer un trato. ¡No tienen principios, por Dios! ¡No hay principios!
Extraído de: John Carlin, Catalan independence: arrogance of Madrid explains this chaos. The Times, 7/10/2017
Una visión la de este "pilar del régimen" que plantea la imposibilidad de negociar cuando se tienen principios? Quiere decir que la pluralidad no es posible si se tienen principios?
Algún día tendremos que hablar de principios.
Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba cobrar un impuesto a los bancos para grandes fortunas y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba proteger a los ciudadanos que han sido estafados por hipotecas o preferentes y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba garantizar que las familias pobres tengan luz, agua y gas en los meses de invierno y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba cobrar un impuesto por cada piso vacío y dedicarlo a alquiler social y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba hacer políticas de igualdad entre hombres y mujeres y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba que el catalán es la lengua vehicular en la escuela y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba cobrar un impuesto a las centrales nucleares y destinar su importe a la protección ambiental y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba prohibir el fracking y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba cobrar una tasa a las operadoras de Internet para dedicarlo a la cultura y el TC lo tumba. Cataluña es un país donde su Parlamento aprueba prohibir las corridas de toros y, seguramente, el Tribunal Constitucional lo tumbará.
Este resumen se lee en dos minutos, pero la lista ─que podría ser el triple de llarga─ se ha ido gestando con años. Faltan las becas universitarias, las infraestructuras ferroviarias, las matrículas de los coches, los horarios comerciales, y un centenar de competencias más en las que se le ha dejado claro que, por más mayorías que haya en el Parlamento, a la hora de la verdad quedarán en papel mojado porque la última palabra la tiene siempre Madrid. Después de 38 años de Constitución y de inicio de la presunta descentralización el legado jurídico nos deja bien claro el modus operandi: se traspasa la competencia a la Comunidad Autónoma, la Comunidad Autónoma la ejerce pero si la ley no gusta a la administración estatal, una de dos: o el Tribunal Constitucional la tumba o se redacta una ley española que, tal como dice la Constitución, tiene un rango superior a la autonómica que, en la práctica, queda anulada.
Y cuando te preguntas si vale la pena continuar con un estado así, resulta que preguntártelo también está prohibido. Como también está prohibido ─y con riesgo de prisión─ permitir hacer un debate en el Parlamento sobre cómo podría ser un estado que no prohibiera tanto. Esto también está prohibido. Y así, de prohibición en prohibición, cada vez hay más personas que en lugar de hacerse la pregunta prohibida empiezan a tener ya la respuesta. Sin que nadie se lo haya preguntado porque está prohibido. Y cuando después de una pregunta prohibida tienes una respuesta convencida entonces ya no hay tribunal que lo tumbe.
Jofre Llombart, El Tomba Catalunya, més conegut com TC. (El Tumba Catalunya, más conocido como TC), El Món, 07/10/2016
La independencia de la justicia española ha sido puesta en cuestión incluso por la Comunidad Europea. Y sin duda la influencia del PP en el Tribunal Constitucional es indiscutible.
Cataluña tiene derecho a vivir su vida. El resto de España debe, sin más dilación, hacer que Cataluña viva su vida”
(“En su integridad” por Azorín, El Crisol, 19-VIII-1931)
Un abrazo.
[Entrada 193]
Interès general
L'interès públic, també anomenat interès general, és tot allò que, per consens, es comparteix i considera com a útil, valuós i fins i tot vital per a una societat, fins a l'extrem d'obligar a l'Estat, com una de les seves finalitats constitucionals, a titulitzar-ho [dur-ho terme o implementar-ho] en benefici de tots els ciutadans. [Defineix la Viquipèdia].
L'interès general es contraposa a l'interès particular. A la versió castellana de la Wiquipedia es diu, a més, que "se identifica [el interés general] con el bien común de la sociedad entera". Per completar el panorama afegiré que es defineix com a El bé comú, en l'àmbit de la filosofia, l'economia i la ciència política, allò que és compartit i que és beneficiós per a tots o gran part dels membres d'una comunitat determinada. [Segons la Viquipèdia]
Els pensadors liberals de la Revolució Francesa, com Montesquieu o Rousseau, insisteixen a defensar que aquests conceptes com l'interès general o la voluntat general no tenen per què coincidir només amb els de la majoria, sinó que han d'incloure també els interessos o voluntats de les minories. Des del punt de vista de la teoria de conjunts de la matemàtica, parlaríem de la reunió d'interessos o voluntats, no de la intersecció. Entenc que aquestes minories serien, per exemple, grups com els minusvàlids, o els col·lectius LGBTI, o els negres o els musulmans a occident, o els catalans dins de l'estat espanyol, etc.
A l'hora de la veritat, en el món real, resulta complicat que tothom tingui consciència que és el més favorable per a tothom o per a la major part d'una comunitat. Això fa que sigui fàcil manipular aquests conceptes a base de mitges veritats, tergiversacions, o directament falsedats ben presentades. I en conseqüència es pugui fer passar per interès general els interessos particulars de determinades persones o grups. Cosa que els ha desprestigiat i posat en crisi, raó per la qual cada dia hi ha més gent que no creu ni en el bé comú ni en l'interès general.
El que sí que està clar és que no podem confondre la majoria, amb la major part d'una comunitat, perquè ja sabem que l'interès general, el bé comú, no és només el de la majoria, sinó el del conjunt format per la majoria i les minories significatives d'una comunitat determinada. I, com que avui en dia s'hi ha afegit una conciliació entre justícia i llibertat, sens dubte sempre aquest interès general o bé comú haurà de ser avantatjós per als més desafavorits. Una visió que està lluny de la que tenen molts dels nostres polítics i que podria fer canviar moltes coses.
Una abraçada.
Interés general
El interés público, también llamado interés general, es todo lo que, por consenso, se comparte y considera útil, valioso e incluso vital para una sociedad, hasta el extremo de obligar al Estado, como una de sus finalidades constitucionales, a titularizarlo [llevarlo cabo o implementarlo] en beneficio de todos los ciudadanos. [Define la Viquipèdia (ca.wikipedia.org)].
El interés general se contrapone al interés particular. En la versión castellana de la Wikipedia (es.wikipedia.org) se dice, además, que "se identifica [el interés general] con el bien común de la sociedad entera". Para completar el panorama añadiré que se define como El bien común, en el ámbito de la filosofía, la economía y la ciencia política, lo que es compartido y que es beneficioso para todos o gran parte de los miembros de una comunidad determinada. [Según la Viquipèdia (ca.wikipedia.org)]
Los pensadores liberales de la Revolución Francesa, como Montesquieu o Rousseau, insisten en defender que esos conceptos como el interés general o la voluntad general no tienen por qué coincidir sólo con los de la mayoría, sino que deben incluir también los intereses o voluntades de las minorías. Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos de las matemáticas, hablaríamos de la reunión de intereses o voluntades, no de la intersección. Entiendo que estas minorías serían, por ejemplo, grupos como los minusválidos, o los colectivos LGBTI, o los negros o los musulmanes en occidente, o los catalanes dentro del estado espanyol, etc.
A la hora de la verdad, en el mundo real, resulta complicado que todo el mundo tenga conciencia de que es lo más favorable para todos o para la mayor parte de una comunidad. Esto hace que sea fácil manipular estos conceptos a base de medias verdades, tergiversaciones, o directamente falsedades bien presentadas. Y en consecuencia se pueda hacer pasar por interés general los intereses particulares de determinadas personas o grupos. Lo que los ha desprestigiado y puesto en crisis, razón por la cual cada día hay más gente que no cree ni en el bien común ni en el interés general.
Lo que sí está claro es que no podemos confundir la mayoría, con la mayor parte de una comunidad, porque ya sabemos que el interés general, el bien común, no es sólo el de la mayoría, sino el del conjunto formado por la mayoría y las minorías significativas de una comunidad determinada. Y, como hoy en día se ha añadido una conciliación entre justicia y libertad, sin duda siempre este interés general o bien común deberá ser ventajoso para los más desfavorecidos. Una visión que está lejos de la que tienen muchos de nuestros políticos y que podría provocar el cambio de muchas cosas.
Un abrazo.
[Entrada 192]
Faust
Argullol ens recorda que, igual que Sòfocles va escriure l'Èdip a Colonos quan rondava els 80 anys d'edat, Goethe va completar el Faust, després de més sis dècades de treball-hi, amb una edat semblant, "enfrontant-se estoicament a les malalties i incomoditats de l’edat."
"A la primera part de l’obra Faust no encerta en el moment. Ha explorat la sensualitat, la ciència, el poder, però la seva ànima se sap sempre insatisfeta. Com ell mateix diu, va èbriament del desig al plaer i en el plaer es consumeix pel desig. Està atrapat en el cercle viciós de la insaciabilitat. El jo tancat en els seus propis sortilegis se sent perpètuament infeliç. Goethe tracta de lluitar contra aquesta limitació, i en la segona part de la seva obra dóna un nou rumb al seu heroi. Faust, el qual a l’inici ha exigit la joventut permanent com a part del seu pacte demoníac, envelleix al ritme del temps. Ja no es proposa, com abans, conquerir la plenitud, com si aquesta fos un saqueig de la vida, sinó, més aviat, descobrir aquesta plenitud. El coneixement ja no és un assalt de l’existència; és una experiència de la vida, la mateixa experiència que sent el nedador de Valéry quan lluita i gaudeix amb les onades."
[...] La plenitud, si és que existeix, és una travessia compartida. Estimem a través dels altres, i la nostra llibertat, si no és també la llibertat dels altres, és un miratge estèril. Hem de conrear l’amor propi, però amb l’objectiu d’estimar; hem d’enriquir la nostra llibertat íntima, però per ser còmplices dels altres homes lliures.
[...] És cert que Goethe no és cap ingenu. Ell no ofereix sistemes filosòfics perfectes ni, tampoc, utopies que prometen una societat asèpticament feliç. No s’oblida del patiment, del risc, de la imperfecció. Aquesta humanitat lliure, evocada en condicional pel Faust agonitzant, sempre estarà rodejada de perills, alguns aliens a l’home, d’altres provocats per l’home mateix. La vida és una contínua metamorfosi. Res està decidit per sempre, cap conquesta és irreversible. Per això, abans de morir, mitjançant la ploma de Goethe, Faust pronunciarà alguna de les paraules més lúcides que mai s’hagin escrit: “Únicament mereix la vida i la llibertat qui sap conquerir-les cada dia”.
I conclou:
Crec que llibertat i enigma són companys inseparables al transcurs de l’existència humana. Enigma vol dir literalment allò que es vela i es revela al mateix temps. Ser lliure és cercar ser lliure, és travessar els successius vels que se’ns presenten al nostre interior tot sabent que, un cop travessats, es presentaran nous vels. La llibertat no és un estat; la llibertat és una aventura que ens fa avançar creativament enmig de lluites i contradiccions. Èdip ha d’arrencar-se els ulls i errar pel món per començar a veure-hi. Sòcrates, heroi de la raó, ha de sotmetre’s a la guia del misteri que li proporciona Diotima per assolir la bellesa. El contemplador del cementiri marí, atrapat en l’enlluernament de la perfecció, descendeix, com a nedador, al mar dels sentits, per recordar-nos que són les imperfeccions quotidianes les que ens fan respirar.
La llibertat és una aventura. Probablement és la gran aventura de l’existència. Difícil, plena de perills, complexa. Però val la pena experimentar-la perquè, gràcies a ella, ens convertim en éssers humans. Així ho va entendre Faust, el vell Faust: “Únicament mereix la vida i la llibertat qui sap conquerir-les cada dia”.
Una abraçada.
Fausto
Argullol nos recuerda que, al igual que Sófocles escribió el Edipo en Colono cuando rondaba los 80 años de edad, Goethe completó el Fausto, después de más seis décadas de trabajo en él, con una edad similar, "enfrentándose estoicamente a las enfermedades e incomodidades de su edad."
"En la primera parte de la obra Fausto no acierta en el momento. Ha explorado la sensualidad, la ciencia, el poder, pero su alma se sabe siempre insatisfecha. Como él mismo dice, ebriamente del deseo al placer y en el placer se consume por el deseo. Está atrapado en el círculo vicioso de la insaciabilidad. El yo encerrado en sus propios hechizos se siente perpetuamente infeliz. Goethe trata de luchar contra esta limitación, y en la segunda parte de su obra da un nuevo rumbo a su héroe. Fausto, el cual al inicio ha exigido la juventud permanente como parte de su pacto demoníaco, envejece al ritmo del tiempo. Ya no se propone, como antes, conquistar la plenitud, como si ésta fuera un saqueo de la vida, sino, más bien, descubrir esta plenitud. el conocimiento ya no es un asalto de la existencia, es una experiencia de la vida, la misma experiencia que siente el nadador de Valéry cuando lucha y disfruta con las olas ."
[...] La plenitud, si es que existe, es una travesía compartida. Amamos a través de los otros, y nuestra libertad, si no es también la libertad de los demás, es un espejismo estéril. Debemos cultivar el amor propio, pero con el objetivo de amar; debemos enriquecer nuestra libertad íntima, pero por ser cómplices de los otros hombres libres.
[...] Es cierto que Goethe no es ningún ingenuo. Él no ofrece sistemas filosóficos perfectas ni, tampoco, utopías que prometen una sociedad asépticamente feliz. No se olvida del sufrimiento, del riesgo, de la imperfección. Esta humanidad libre, evocada en condicional por Fausto agonizante, siempre estará rodeada de peligros, algunos ajenos al hombre, otros provocados por el hombre mismo. La vida es una continua metamorfosis. Nada está decidido para siempre, ninguna conquista es irreversible. Por ello, antes de morir, mediante la pluma de Goethe, Fausto pronunciará alguna de las palabras más lúcidas que nunca hayan escrito: "Únicamente merece la vida y la libertad quien sabe conquistarlas cada día".
Y concluye:
Creo que libertad y enigma son compañeros inseparables al transcurso de la existencia humana. Enigma significa literalmente lo que se vela y se revela al mismo tiempo. Ser libre es buscar ser libre, es atravesar los sucesivos velos que se nos presentan en nuestro interior sabiendo que, una vez atravesados, se presentarán nuevos velos. La libertad no es un estado; la libertad es una aventura que nos hace avanzar creativamente en medio de luchas y contradicciones. Edipo debe arrancarse los ojos y errar por el mundo para empezar a ver. Sócrates, héroe de la razón, debe someterse a la guía del misterio que le proporciona Diotima para alcanzar la belleza. El contemplador del cementerio marino, atrapado en el deslumbramiento de la perfección, desciende, como nadador, en el mar de los sentidos, para recordarnos que son las imperfecciones cotidianas las que nos hacen respirar.
La libertad es una aventura. Probablemente es la gran aventura de la existencia. Difícil, llena de peligros, compleja. Pero vale la pena experimentarla porque, gracias a ella, nos convertimos en seres humanos. Así lo entendió Fausto, el viejo Fausto: "Únicamente merece la vida y la libertad quien sabe conquistarlas cada día".
Un abrazo.