[Entrada 295]
Bellesa (1)
Quan es veu una cosa bella, es vol posseir-la. És una inclinació natural que les lleis han previst.Normalment em sento atret per un bosc net, sense brossa, per una població antiga amb cases de pedra, especialment davant dels palaus i cases senyorials amb arcades de portes i finestres fetes de carreus ben encaixats. Però també, davant de la natura dura i salvatge que deixa davant als meus ulls un gran desert o unes cendres volcàniques.
Anatole France, escriptor francès (1844-1924)
La bellesa és subjectiva perquè forma part de les nostres emocions, perquè «desperta un delit espiritual, un sentiment d'admiració» diu el diccionari. Tot i que hi ha qui ha volgut establir uns canons de bellesa, jo recordo que em quedava extasiat davant d'un adolescent o un jove ben format (i encara m'hi quedo) i ell ho feia davant d'un adult que ratllava els quaranta, edat que ara té ell.
Em vaig enamorar d'un jove només de veure'l en una fotografia. N'era conscient que ni tan sols em veuria si ens creuàvem pel carrer, la diferència d'edat era destacable però em vaig quedar cor-robat pel noi de la foto. La vaig veure per al web de la universitat. Era una d'aquelles fotografies que hi posen per donar imatge de lloc seriós on es treballa i s'estudia. Al web van canviant la foto de tant en tant per evitar la monotonia.
Ell està assegut en una taula de la biblioteca amb un retolador a la mà mirant uns fulls que hi ha sobre la taula. Al costat hi ha un llibre obert. Moreno, amb una barba de dies ben dibuixada, el cabell curt lleugerament ondulat, però no rapat, el seu rostre és de formes regulars amb un nas potent i un clotet a la barbeta.
La meva sorpresa va ser veure'l a classe en començar el curs següent. Sens dubte em va veure. Al professor el veuen tots els alumnes. La seva bellesa destacava encara més al natural. A la fotografia no es veien els seus ulls foscos i penetrants, ni l'expressió atenta i relaxada amb què em mirava. No vaig poder deixar de mirar-lo en tota la classe. Per molt que m'esforcés a mirar els altres alumnes els meus ulls s'obstinaven a dirigir-se a la seva cara, les seves mans, el seu cos...
Mai he volgut una relació amb un alumne (o amb una alumna) que vagi més enllà de l'estrictament docent, tot i que en algun cas he mantingut una amistat (ben santa) amb algun d'ells un cop han acabat els estudis i han abandonat el centre. En aquest cas no havia cap raó que fes preveure una altra cosa.
El curs es desenvolupava amb normalitat. Suposava que tothom s'adonava que em menjava aquell noi amb la mirada, però jo feia com qui no vol la cosa i ningú va donar senyals que se n'haguessin adonat. Potser només era imaginació meva i la realitat era que no me'l mirava tan descaradament com em semblava. Tot anava bé, fins que un dia va demanar-me una sessió de consultes destinada al seu treball de curs i vam quedar que vindria al meu despatx, com era habitual que es fes en aquests casos, en la data i hora que vam acordar. Fina aquí tot normal.
Pensar a tenir-lo sol al despatx em produïa sensacions contradictòries. D'una banda hi havia la il·lusió de tenir-lo només per a mi, contra la por que jo fes alguna cosa inadequada que provoqués un rebuig i que acabés amb la meva fama de professor competent i una mica exigent. Com deia la meva mare, no es pot jugar amb les coses de menjar i no volia barrejar la meva sexualitat amb la meva feina.
(Continuaré la setmana vinent)
Bon any nou!
Què tingueu un any ple de salut i de totes les altres coses bones!
Una abraçada.
Belleza (1)
Cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto.Normalmente me siento atraído por un bosque limpio, sin maleza, por una población antigua con casas de piedra, especialmente ante los palacios y casas señoriales con arcadas de puertas y ventanas hechas de sillares bien encajados. Pero también, ante la naturaleza dura y salvaje que deja ante mis ojos un gran desierto o unas cenizas volcánicas.
Anatole France, escritor francés (1844-1924)
La belleza es subjetiva porque forma parte de nuestras emociones, porque «despierta un deleite espiritual, un sentimiento de admiración» dice el diccionario catalán. Aunque hay quien ha querido establecer unos cánones de belleza, yo recuerdo que me quedaba extasiado ante un adolescente o un joven bien formado (y aún me quedo) y él lo hacía ante un adulto que rayaba los cuarenta, edad que ahora tiene él.
Me enamoré de un joven solo de verlo en una fotografía. Era consciente de que ni siquiera me vería si nos cruzábamos por la calle, la diferencia de edad era destacable pero me quedé prendado del chico de la foto. La vi por la web de la universidad. Era una de esas fotografías que ponen para dar la imagen de lugar serio donde se trabaja y estudia. En la web van cambiando la foto de vez en cuando para evitar la monotonía.
Él está sentado en una mesa de la biblioteca con un rotulador en la mano mirando unos papeles que hay sobre la mesa. A su lado hay un libro abierto. Moreno, con una barba de días bien dibujada, el pelo corto ligeramente ondulado, pero no rapado, su rostro es de formas regulares con una nariz potente y un hoyuelo en la barbilla.
Mi sorpresa fue verlo en clase al empezar el curso siguiente. Sin duda me vio. Al profesor le ven todos los alumnos. Su belleza destacaba aún más al natural. En la fotografía no se veían sus ojos oscuros y penetrantes, ni la expresión atenta y relajada con la que me miraba. No pude dejar de mirarlo en toda la clase. Por mucho que me esforzara en mirar a los demás alumnos mis ojos se empeñaban en dirigirse a su cara, sus manos, su cuerpo...
Nunca he querido una relación con un alumno (o con una alumna) que vaya más allá de lo estrictamente docente, aunque en algún caso he mantenido una amistad (muy santa) con alguno de ellos una vez que han acabado los estudios y han abandonado el centro. En este caso no había ninguna razón que hiciera prever otra cosa.
El curso se desarrollaba con normalidad. Suponía que todos daban cuenta de que me comía aquel chico con la mirada, pero yo hacía como quien no quiere la cosa y nadie dio señales de que se hubieran dado cuenta. Quizá solo era imaginación mía y la realidad era que no lo miraba tan descaradamente como me parecía. Todo iba bien, hasta que un día me pidió una sesión de consultas destinada su trabajo de curso y quedamos en que vendría a mi despacho, como era habitual que se hiciera en estos casos, en la fecha y hora que acordamos. Hasta aquí todo normal.
Pensar a tenerlo solo en el despacho me producía sensaciones contradictorias. Por un lado estaba la ilusión de tenerlo solo para mí, por el otro el miedo a hacer algo inadecuado que provocara su rechazo y que acabara con mi fama de profesor competente y un poco exigente. Como decía mi madre, no se puede jugar con las cosas de comer y no quería mezclar mi sexualidad con mi trabajo.
(Continuaré la próxima semana)
Feliz año nuevo!
¡Qué tengáis un año lleno de salud y de todas las otras cosas buenas!
Un abrazo.
[...Por un lado estaba la ilusión de tenerlo solo para mí, por el otro el miedo a hacer algo inadecuado que provocara su rechazo y que acabara con mi fama de profesor competente y un poco exigente...]
ResponEliminaMe pasa casi permanentemente y me resulta muy difícil sustraerme de esa atracción físico-espiritual, especialmente, porque siguen siendo los adolescentes y los post-adolescentes o los jóvenes muy jóvenes, el centro de mis deseos de posesión y placer.
La lucha interna que tengo (y de la que a veces gano y otras -muchas- pierdo) es casi incontrolable. Pero haciendo caso al refranero popular que 'donde se para la olla no se mete la polla', las más de las veces, queda solamente en buenas intenciones pero todos sabemos que de buenas intenciones está lleno el camino que lleva al infierno... Jeeeeee...
Besos Josep!
La verdad es que cuando escribí esto no pensaba en ti, sino en mí. En mi labor docente he tenido bastantes alumnos atractivos i alguno muy guapo. Recuerdo que tu has tenido relaciones con más de uno de tus alumnos. En cambio jo, de momento, no. La historia que cuento es ficción, aunque iluminado con esas experiencias personales. Casi cada curso he tenido uno o dos alumnos con los que podría haberme liado a poco que me lo hubiera propuesto o si él se lo hubiera propuesto él. Aquí he hecho un ejercicio de imaginación pensando en esto y no digo más por no hacer "spoiler".
EliminaGracias por seguir ahí.
Un abrazo.
Recórcholis, Peace!!!!! Tendremos que esperar el año que viene para saber cómo sigue!!!!! jajajajajaja.
ResponEliminaA mí también se me van los ojos con algunos alumnos y soy testigo de lo difícil que es a veces no echar mano, juas. Lo curioso es la cantidad de variantes que hay para ese dicho popular. Mi madre solía decir que donde se come no se caga jajajajaja. FELIZ 2020 QUERIDO AMIGO!!!!!!
Jajajaja... Me salió un texto muy largo y lo he partido en 4 fragmentos. Lamento que eso os haga esperar.
EliminaDe hecho he traducido literalmente el dicho catalán. He oido algun otro dicho popular rn catalán sobre el mismo tema que són tan gráficos como ese «donde tengas la olla no pongas la polla»
Feliz 2020 amigo. Gracias por seguir ahí.
Un abrazo.