Avís

Avís
=> Atesa la qualitat de les traduccions que fa Google translate, a partir d'ara publicaré els textos només en català. (Novembre del 2022)

dijous, 16 d’octubre del 2014

Thomas Piketty

[Entrada 70]
Scott Buker

Thomas Piketty


Thomas Piketty és un economista francès especialitzat en l'estudi de la desigualtat econòmica i la distribució de la riquesa. Ha estat director d'estudis a l'École des hautes études en sciences sociales (EHESS) (París), i el president Associat de l'École d'économie de Paris. Evidentment parlar d'aquest home vol dir parlar de economia a un nivell seriós el que fa que el que segueix en aquest text us pugui resultar pesat com una llosa.

En la seva darrera obra, El capital al segle XXI assenyala el període 1932-1980 com a excepcional en establir la tributació progressiva, implantació del keynesianisme per part Roosevelt amb el seu New deal i que va arribar a Europa junt amb el pla Marshall després de la segona guerra mundial, va permetre mantenir la demanda i no va impedir el creixement que es va mantenir fins 1980, que és quan es confirma la fi del keynesianisme i la forta implantació del neoliberalisme. Els governs de Margaret Thatcher (1979-1990), a la Gran Bretanya, i de Ronald Reagan (1981-1989), als Estats Units, van recuperar les velles idees liberals i les van aplicar a l’economia domèstica. Justament al 1982 moria Bréjnev i deixava la URSS en una crisi profunda de la que no es va aixecar i que la va dur a la seva dissolució el 1991, fet que va marcar el final de la guerra freda.

Scott Buker
En el llibre Piketty sosté que quan la taxa d'acumulació de capital creix més ràpid que l'economia, llavors la desigualtat augmenta. L'autor proposa, per evitar el que s'anomena un capitalisme patrimonial, els impostos progressius i un impost mundial sobre la riquesa per tal d'ajudar a resoldre el problema actual de l'augment de la desigualtat, iniciat al 1980 i que ens ha situat a l'actualitat als nivells de desigualtat dels anys 20 i 30 del segle XX.

La tesi de Piketty confirma que el capitalisme de lliure mercat, quan no intervé l'Estat per redistribuir la riquesa, produeix oligarquies antidemocràtiques i, per descomptat, desigualtat.

Tot plegat no vol dir que jo combregui totalment amb les idees del Sr. Piketty, però sí amb la seva visió dels fets econòmics que acompanyen la història d'Occident de la darrera centúria i de tota la meva vida.

Una abraçada.





Scott Buker

Thomas Piketty


Thomas Piketty es un economista francés especializado en el estudio de la desigualdad económica y la distribución de la riqueza. Ha sido director de estudios en la École des hautes études en sciences sociales (EHESS) (París), y el presidente Asociado de École d'économie de Paris. Evidentemente hablar de este hombre es hablar de economía a un nivel serio lo que hace que lo que sigue en este texto os pueda resultar pesado como una losa.

En su última obra, El capital en el siglo XXI señala el periodo 1932-1980 como excepcional al establecer la tributación progresiva, implantación del keynesianismo por parte Roosevelt con su New deal y que llegó a Europa junto con el plan Marshall después de la segunda guerra mundial, permitió mantener la demanda y no impidió el crecimiento que se mantuvo hasta 1980, que es cuando se confirma el fin del keynesianismo y la fuerte implantación del neoliberalismo. Los gobiernos de Margaret Thatcher (1979-1990), en Gran Bretaña, y de Ronald Reagan (1981-1989), en Estados Unidos, recuperaron las viejas ideas liberales y las aplicaron a la economía doméstica. Justamente en 1982 moría Breznev y dejaba la URSS en una crisis profunda de la que no se levantó y que la llevó a su disolución en 1991, hecho que marcó el final de la guerra fría.

Scott Buker
En el libro Piketty sostiene que cuando la tasa de acumulación de capital crece más rápido que la economía, entonces la desigualdad aumenta. El autor propone, para evitar lo que se llama un capitalismo patrimonial, los impuestos progresivos y un impuesto mundial sobre la riqueza para ayudar a resolver el problema actual del aumento de la desigualdad, iniciado en 1980 y que nos ha situado en la actualidad en los niveles de desigualdad de los años 20 i 30 del siglo XX.

La tesis de Piketty confirma que el capitalismo de libre mercado, cuando no interviene el Estado para redistribuir la riqueza, produce oligarquías antidemocráticas y, por supuesto, desigualdad.

Eso no significa que yo comulgue totalmente con las ideas del Sr. Piketty, pero sí con su visión de los hechos económicos que acompañan la historia de Occidente de la última centuria y de toda mi vida.

Un abrazo.

4 comentaris:

  1. Hace un par días leí en los periódicos que en este último año han aumentado un 24% los ricos en España, lo cual significa en un país arruinado como el nuestro, que era ya el que mayor desigualdad entre ricos y pobres presentaba de toda la OCDE, la brecha sigue aumentando imparable.
    Personalmente tengo la sensación de que más allá de políticas y valoraciones económicas, tenemos un problema común a todo occidente ( magnificado en España por multitud de factores), que es básicamte cultural, y al que podríamos denominar " individualismo extremo", y que es el responsable de que incluso buena parte de la población maltratada y marginada por el sistema, anhele el beneficio personal por encima del bien común, es decir, preferimos la posibilidad de poder formar parte de la minoría privilegiada antes que optar a un reparto más justo de los bienes.
    Existen estudios antropológicos muy interesantes que sitúan el origen del individualismo occidental en que la base del sustento era el trigo, cuya producción y elaboración no necesitaba de muchas personas, frente a la mentalidad colectiva de los que basaban su fuente de alimentación en el arroz, que si necesitaban coordinar grandes grupos humanos, lo cual obligaba a suprimir en mayor grado los intereses particulares.
    El gran modelo social y económico occidental en la actualidad en el primer mundo es el americano, que es por así decirlo " nuestro modelo". En la otra parte tenemos a los japoneses. Ambos son sistemas capitalistas liberales, pero se materializan de formas muy diferentes porque no es lo mismo pensar en individual, que pensar en colectivo. Los japoneses están lejos de representar un modelo económico y social perfecto, pero tienen una diferencia salarial entre ricos y pobres de 4 a 1, USA está creo que en 13 y en España ya hemos perdido la cuenta. La enorme deuda con la que cuenta el Estado japonés no está en manos de ningún poder financiero ajeno, si no que está en más de un 90% en manos de las propias empresas japonesas. Son estas mismas empresas las que financian directamente entre la población ayudas tan sensibles como las de dependencia. Del mismo modo que sólo es posible acceder a la universidad por méritos académicos, sólo alcanzan puestos directivos los que reúnen más méritos laborales. Los enchufismos, intercambios de favores, ect tan comunes en España tienen las puertas cerradas. Un directivo utiliza el mismo espacio de trabajo, comedor, ect que los demás trabajadores. Si la empresa va mal, son los primeros en bajarse el sueldo. Para un empresario japonés es más importante el bienestar de sus trabajadores y por extensión el bienestar colectivo y su posterior reconocimiento social, que enriquecerse. Como dato curioso observar que aunque hay bastantes empresas japonesas entre las más importantes del mundo, no hay empresarios japoneses entre los más ricos (....)

    ResponElimina
  2. Sigue (....) Un hecho muy significativo fue ver como después del tsunami que asoló esas tierras, toda la sociedad Colaboró en la recuperación.El sector empresarial en su conjunto asumió buena parte de los gastos y hasta la yakuza ( organización mafiosa autóctona) puso un montón de dinero. Hubo muchos casos de empresarios que acudieron en persona a buscar a sus trabajadores, y casos como el de Ricoh ( los de las fotocopiadoras), que se gastaron millones localizando y escaneando cada mínimo objeto personal encontrado para que los supervivientes pudieran después recuperarlos. Meses después tras el terremoto de Lorca en España, pudimos ver aquí como los vecinos custodiaban en solitario por las noches sus pertenencias, en casas con peligro de derrumbe para evitar que de fuera vinieran a saquearlas y nuestro modelo empresarial es un hombre del que estamos orgullosisimos por estar de los primeros en la lista Forbes de los más ricos del mundo, al que nadie le cuestiona su fortuna por más que no pare de acumular denuncias por explotación infantil y esclavitud en el tercer mundo y al que aplaudimos con las orejas cada vez que suelta unas moneditas para Caritas, por ser tan generoso y tan buena persona.
    En fin...con todo este rollo sólo quiero decir que no supeditemos todas nuestras miserias al modelo político y económico. La sociedad la forman personas que toman decisiones e interaccionan en el día a día. Tendríamos mucho que decir en favor de la justicia social y de la igualdad de oportunidades si quisieramos, pero no queremos. Los modelos, en definitiva, se pueden utilizar de muchas formas, no culpemos de todo al sistema.

    Un abrazo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Sin duda la aplicación de los modelos tiene mucho que ver con las personas y la idiosincrasia de cada sociedad tiene mucho que ver como se aplica ese modelo en esa sociedad. Admiro eso que cuentas de la sociedad japonesa. También sé que la sociedad occidental tiene el hecho individual como algo básico al menos desde la revolución francesa... Desgraciadamente en esas comparaciones oriente/occidente solemos salir perdiendo tanto como individuos, como como sociedad.

      Pero fíjate que lo hace Piketty es comparar los efectos en una misma sociedad con un cambio de modelo, es decir, que sin duda los efectos son debidos al cambio de modelo y no a la idiosincrasia de esas sociedades por muy individualistas que sean.

      La propuesta ultraliberal (o neoliberal) se basa en confiar en la iniciativa privada, es decir, en el individuo. Evidentemente eso tiene un impacto distinto en la sociedad oriental donde el individualismo no es el eje de su funcionamiento. Pero globalmente el resultado final, como se está viendo es bastante nefasto.

      Muchas gracias por la aportación de este comentario que es en si mismo un post entero.

      Un abrazo.

      Elimina
  3. Yo siempre he entendido que liberalismo significa anteponer las libertades civiles, individuales, mercantiles, ect del individuo a cualquier control del Estado. Para mi no es el mejor modelo, pero creo que si lo aplicásemos con la responsabilidad de pensar en el bien común no sería tan nefasto. No es tan terrible plantearse un mercado libre en igualdad de oportunidades ( aunque la igualdad de base sea siempre una quimera y la excusa para dejar a unos individuos sometidos a otros). Sin embargo el gran mal es utilizarlo a la manera de la Sra Aguirre, con idea de desviar los caudales y bienes públicos a manos privadas, las de los que seguramente sean sus amigos, o le puedan luego pagar los favores.
    El verdadero problema, especialmente en España, es que el fallo de base está en el modelo cultural humano, porque cuando esto falla todos los modelos fracasan. Unos son peores que otros, eso si, pero aquí resulta bastante previsible que con un mayor intervencionismo por parte del Estado, dinero y empresas emigrarían (más todavía) a otra parte y los abusos básicamente cambiarían de manos instalándose en los propios mecanismos de control del estado ( otro más todavía).
    No es que no esté de acuerdo con Piketty en contra del capitalismo de libre mercado, que lo estoy, pero pienso que sin una regeneración profunda de la propia sociedad es muy difícil mejorar las cosas de manera radical y efectiva. De ahí mi planteamiento comparandonos con otras culturas.

    Gracias por tu atención

    Un abrazo

    ResponElimina