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dissabte, 28 de juny del 2014

El sistema

[Entrada 51]

El sistema


Resulta paradoxal que siguin els arbres els que no ens deixin veure el bosc. Sens dubte això és el que ens passa amb el sistema. Un sistema no és més que un conjunt de principis, regles, i altres elements enllaçats entre ells de manera que formen una unitat. Quan parlem del sistema ens referim, doncs, en aquell conjunt principis, regles, etc. que defineixen i conformen el funcionament de la nostra societat. Per això tots en formem part. Hi ha gent que nega la seva existència, però, sens dubte, hi és. Hi ha un sistema: El sistema.

Puc estar d'acord en què no hi ha un cervell central que hagi regit la conformació d'aquest sistema, que ha anat sorgint d'una manera més o menys natural, o més o menys forçada pels fets o per les descobertes que han permès que determinats comportaments tinguessin èxit. Però que hagin tingut èxit, que hagin estat admesos o imposats no vol dir que siguin encertats o bons ni que representin un progrés. El mateix sedentarisme està en discussió que sigui positiu. Així, per exemple, la ciència mèdica li dóna la culpa d'una bona colla dels nostres problemes de salut i els metges ens recomanen que fem com a mínim una hora d'exercici al dia.

Com va dir en Karl Marx: no saben que ho fan, però ho estan fent. Amb el sistema ens passa això. No ho saps, però hi pertanys, hi estàs integrat. Naixem en el sistema, el sistema ens forma i ens educa amb la finalitat de què ens hi integrem, ens hi incorporem i creguem en ell com la solució òptima a les nostres vides. A més, amb aquesta educació, se'ns intenta anul·lar l'esperit crític i la creativitat, perquè tant una cosa com l'altre resulten problemàtiques. I és que en realitat el sistema vol formar súbdits, i no ciutadans. Malgrat això hi ha gent creativa i crítica que s'adona dels problemes d'aquest sistema, gent que el sistema rebutja i tolera mal que bé i els manté en una situació de marginalitat i desprestigi. De fet, aquest sistema viu malament la singularitat i la tolera més aviat poc.

Cada una de les teves accions o negatives a actuar, cada una de les coses que fas o et negues a fer cada dia, forma part d'aquest sistema, el conforma, l'alimenta i el fa fort. Per això val la pena ser molt conscients dels nostres actes i de les seves conseqüències. Saber què o a qui estem engreixant o en què estem participant o col·laborant quan fem tal o qual cosa, perquè això és el que manté aquest sistema tal qual és. Clar que hi ha molta gent interessada en dur l'aigua el seu molí i que li agrada o li va bé que actuem sense pensar, sense calibrar res, sense esperit crític, acceptant el que ens ofereixen sense anar més enllà... Alguns d'ells s'han adonat de com van les coses i estan maniobrant forçar-les per tal que el sistema els sigui encara més favorables del que ja els és. Michel Foucault deia que el poder i el saber estan íntimament relacionats. Ells saben i busquen aquest poder, nosaltres...

Una abraçada.






El sistema


Resulta paradójico que sean los árboles los que no nos dejen ver el bosque. Sin duda esto es lo que nos pasa con el sistema. Un sistema no es más que un conjunto de principios, reglas, y otros elementos enlazados entre ellos de manera que forman una unidad. Cuando hablamos del sistema nos referimos, pues, en aquel conjunto principios, reglas, etc. que definen y conforman el funcionamiento de nuestra sociedad. Por eso todos formamos parte de él. Hay gente que niega su existencia, pero, sin duda, existe. Hay un sistema: El sistema.

Puedo estar de acuerdo en que no hay un cerebro central que haya regido la conformación de este sistema, que ha ido surgiendo de una manera más o menos natural, o más o menos forzada por los hechos o por los descubrimientos que han permitido que determinados comportamientos tuvieran éxito. Pero que hayan tenido éxito, que hayan sido admitidos o impuestos no quiere decir que sean acertados o buenos ni que representen un progreso. El mismo sedentarismo está en discusión que sea positivo. Así, por ejemplo, la ciencia médica le da la culpa de buena parte de nuestros problemas de salud y los médicos nos recomiendan que hagamos como mínimo una hora de ejercicio al día.

Como dijo Karl Marx: no saben que lo hacen, pero lo están haciendo. Con el sistema nos pasa eso. No lo sabes, pero perteneces a él, estás integrado en él. Nacemos en el sistema, el sistema nos forma y nos educa con el fin de que nos integramos, nos incorporamos y creamos en él como la solución óptima a nuestras vidas. Además, con esa educación, nos intenta anular el espíritu crítico y la creatividad, porque tanto lo uno como lo otro resultan problemáticos. Y es que en realidad el sistema quiere formar súbditos, y no ciudadanos. Sin embargo hay gente creativa y crítica que se da cuenta de los problemas de este sistema, gente que el sistema rechaza y tolera más mal que bien y los mantiene en una situación de marginalidad y desprestigio. De hecho, este sistema vive mal la singularidad y las tolera más bien poco.

Cada una de tus acciones o negativas a actuar, cada una de las cosas que haces o te niegas a hacer cada día, forma parte de este sistema, lo conforma, lo alimenta y le da fuerza. Por eso vale la pena ser muy conscientes de nuestros actos y de sus consecuencias. Saber qué o a quién estamos engordando o en qué estamos participando o colaborando cuando hacemos tal o cual cosa, porque eso es lo que mantiene este sistema tal cual es. Claro que hay mucha gente interesada en llevar el agua a su molino y que le gusta o le va bien que actuemos sin pensar, sin calibrar nada, sin espíritu crítico, aceptando lo que nos ofrecen sin ir más allá... Algunos de ellos se han dado cuenta de cómo van las cosas y están maniobrando para forzarlas de forma que el sistema les sea aún más favorable de lo que ya les es. Michel Foucault decía que el poder y el saber están íntimamente relacionados. Ellos saben y buscan ese poder, nosotros...

Un abrazo.

6 comentaris:

  1. Peace me parece super interesante tu reflexion sobre ((( el sistema ))).Para mi esta cuestion,siempre a sido algo k me a taladrado muchisimo la sesera,xk una vez k empiezas a preguntarte porke de muchas cosas no cuadran en nuestra sociedad,empiezas a ser consciente,de lo enormente prisioneros k estamos todos con este sistema,k nos anula,y nos conduce como a borregos descerebrados.Yo creo k en la sociedad actual resulta practicamnete imposible escapar de esta terrible teñaza,k mal dicho sea ((( nos agarra de las pelotas ))).Hoy en dia cualkiera k viva en una cuidad,un pueblo o lo k sea,esta totamnete obligado a seguir las normas civicas,k senos vienen imponiendo desde nuestro nacimiento,asi k es imposible librarse de ellas sin pasar automaticamnete a ser un despojo social,un punky,un okupa,o el tonto del pueblo.Sencillamente,a mi forma de ver,la unica manera efectiva de apartase de las negras garras del sistema y la glovalizacion,seria,como ultimamente hace mas de uno,seria hacer el petate,y apartarse a virvir a un lugar remoto perdido en el campo,y reabilitar una casa en un pueblo abandonado,y hacerse autosuficiente,y vivir con lo k uno siembre y recoja,con el sudor de su frente.

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    1. El problema es que aunque líes el petate y te vayas muy lejos, no encontrarás un palmo de terreno sin propietario, sin un estado, no encontrarás ni un solo metro cuadrado fuera del sistema... Estamos dentro y no hay manera de salir de él, por eso creo que no hay más remedio que actual para hacer que cambie y deje de ser esa pesada losa que nos tiene sometidos.

      Muchas gracias por la aportación de tu comentaio.

      Un abrazo.

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  2. Lamentablemente para mucha gente "El sistema" equivale a la única realidad posible, y no sólo eso, si no que están tan identificados con él, que se sienten amenazados por cualquiera que lo ponga en duda. De esta forma no sólo no hacen nada por evitar que se perpetúen muchos de los esquemas que les son nocivos, si no que atacan sistemáticamente a quien intente una alternativa. Una muestra de esto, es la forma en la que se usa comunmente la palabra "antisistema", como una forma de descrédito personal, prácticamente un insulto, a pesar de que tal y como funciona "el sistema" ahora mismo, lo más razonable sería oponerse y buscar nuevas alternativas.

    Muy interesante tu reflexión

    Un abrazo

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    1. Lo has descrito a la perfección, la formación o educación que recibimos nos prepara para eso, para que temamos cualquier cambio, para que seamos nosotros mismos los que intentemos evitarlo. Creo que estamos completamente de acuerdo, lo más razonable sería oponerse y buscar nuevas alternativas.

      Muchas gracias por la aportación de tu comentario.

      Un abrazo.

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  3. Me gustaría compartir. Un punto de vista contigo:
    "Reniego de un sistema económico como el capitalista cuyos fundamentos he estudiado y en los cuales reconozco gran parte de la responsabilidad de las penurias que sufre la humanidad hoy en día. Considero, como Marx, que el capitalismo ha sido un sistema económico positivo desde el punto de vista de la emancipación individual y la liberación de las capacidades técnicas, todo lo cual ha posibilitado a la sociedad alcanzar niveles de bienestar material sorprendentes. Sin embargo, la propia dinámica del sistema y su sumisión ante el concepto de “crecimiento económico” ha impedido que dichos avances puedan ponerse al servicio de todos y que sean respetuosos con el medio natural en el que vivimos. Simultáneamente, también es visible un proceso de regresión social en el que la población vive cada vez en peores condiciones (salarios, vivienda, tiempo libre, contaminación, etc.) a pesar del notable avance técnico alcanzado.
    Entiendo igualmente que la presión de la competencia capitalista en la búsqueda por la ganancia económica empuja a todos los agentes económicos (empresas, hogares y Estados) hacia una carrera sin fin que nos conduce hacia el desastre medioambiental, amenaza con destruir las relaciones humanas y acaba por exterminar las propias vidas mediante las guerras y el hambre.
    Es evidente que es preferible que existan medidas paliativas frente a las consecuencias del subdesarrollo a que no existan. Prefiero que las ONG acudan a ayudar a los refugiados a que los dejen morir mientras huyen de la guerra, de la misma forma que prefiero que los países desarrollados donen el 0′7% de su riqueza a los países pobres a que no lo hagan. Pero considero que en ninguno de los casos es la solución. Lo mismo ocurre con las políticas socialdemócratas y, en general, con todas las medidas destinadas a mejorar el Estado del Bienestar dentro de un sistema económico capitalista. Prefiero una mejor redistribución de la renta dentro del proceso productivo aunque eso implique que los empresarios siguen apropiándose plusvalías, a una alternativa donde eso no ocurra.
    Soy, en consecuencia, partidario de políticas de cambio estructural o políticas radicales. Radicales porque pretenden resolver el problema de raíz y no únicamente paliar las consecuencias del problema. Pero renuncio absolutamente a considerar enemigos a los reformistas y a quienes, como ellos, hacen esfuerzos por mejorar la situación de las personas en este sistema económico. Serán objetivo de mis críticas, por supuesto, pero en ningún momento caeré en la absurda obsesión por considerarlos los principales enemigos del cambio real.
    No soporto, en cualquier caso y en cualquier sitio, el arribismo político. Para mí la política es la forma de transformar ideologías en hechos, y sin duda para ello es necesario previamente disponer de una mínima base teórica que sustente la supuesta ideología. En caso contrario nos encontramos con un espectáculo dramático en el que las marionetas responden a los estímulos continuos que sus dueños y jefes dictaminan desde arriba.
    Tampoco considero que los grupúsculos políticos minoritarios y casi unipersonales y las tendencias contraculturales sean efectivamente alternativas al sistema. Los primeros porque, siguiendo el razonamiento visto más arriba, carecen de un programa político y estratégico realista. Y los segundos, como los reductos hippies o la derivación perrofláutica de éstos, porque sencillamente caen en el error de considerar que operan fuera del sistema. En realidad e inevitablemente son parte del sistema y, muchas veces, de forma mucho más arraigada de lo que parece. Aunque comparto algunos aspectos de sus respectivas filosofías y sobre todo de sus denuncias sociales, veo más bien que la adscripción a tales modas responde a una necesidad de autocomplacencia emocional más que a una respuesta en positivo ante lo denunciado."

    Es de Alberto Garzón Espinosa, y estoy 100% de acuerdo con sus planteamientos

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    1. Una reflexión muy interesante aunque no me queda muy claro que entiende por políticas de cambio estructural o políticas radicales.

      Creo compartir mucho de lo que dice, por no decir casi todo, a pesar de que creo que corre el riesgo de ser incluido él mismo en lo que plantea en ese último párrafo, puesto que no veo que esté dando una respuesta en positivo ante lo denunciado...

      Muchas gracias de nuevo por la aportación que has hecho con este comentario.

      Un abrazo..

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