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dilluns, 13 de juliol del 2015

Polètika --- Polétika

[Entrada 102]

Polètika


Després d'escriure el meu darrer post vaig saber de l'existència de poletika.org (acrònim de política i ética), que en Chema Vera, el Director general d'Oxfam Intermón, defineix com una herramienta de vigilancia y participación ciudadana, apoyada por docenas de plataformas y organizaciones y auspiciada por Ciecode y Oxfam Intermón., que en el seu article 'Polétika': participación y vigilancia ciudadana descriu amb aquestes paraules: Polétika.org está siguiendo los discursos y declaraciones de los líderes, luego revisará los programas cuando salgan, y finalmente seguirá el cumplimiento de los mismos. Además de informar y vigilar, se trata de una herramienta de activismo y presión ciudadana. En cualquier momento, una persona puede influir desde las redes sociales a partir del conocimiento ordenado e independiente y de los enlaces que encuentra en Poletika. Lo hemos probado y ¡funciona!

Thai Jungpanich, Coordinadora de Polètika, en un article a "eldiario.es" que titula Sin partido, pero soy y hago #política ens explica que Hoy lanzamos, entre más de 150 organizaciones, Polétika, una web de vigilancia ciudadana y presión 2.0 en respuesta a una ciudadanía que pide ética en la política y que la clase política ponga a las personas en el centro.

M'encanta descobrir que no sóc l'únic que està fent aquesta mena de propostes.

Una abraçada.








Polétika


Después de escribir mi último post supe de la existencia de poletika.org (acrónimo de política y ética), que Chema Vera, el Director general de Oxfam Intermón, define como una herramienta de vigilancia y participación ciudadana, apoyada por docenas de plataformas y organizaciones y auspiciada por Ciecode y Oxfam Intermón., que en su artículo 'Polétika': participación y vigilancia ciudadana describe con estas palabras: Polétika.org está siguiendo los discursos y declaraciones de los líderes, luego revisará los programas cuando salgan, y finalmente seguirá el cumplimiento de los mismos. Además de informar y vigilar, se trata de una herramienta de activismo y presión ciudadana. En cualquier momento, una persona puede influir desde las redes sociales a partir del conocimiento ordenado e independiente y de los enlaces que encuentra en Polétika. Lo hemos probado y ¡funciona!

Thai Jungpanich, Coordinadora de Polétika, en un artículo en "eldiario.es" que titula Sin partido, pero soy y hago #política nos cuenta que Hoy lanzamos, entre más de 150 organizaciones, Polétika, una web de vigilancia ciudadana y presión 2.0 en respuesta a una ciudadanía que pide ética en la política y que la clase política ponga a las personas en el centro.

Me encanta descubrir que no soy el único que está haciendo este tipo de propuestas.

Un abrazo.


15 comentaris:

  1. Sigo creyendo en el sistema, y por eso participo SIEMPRE, pero mi voto NO está cautivo a etiquetas de "derechas" / "izquierdas"; ¡por supuesto que tengo DOS dedos de frente y, ni el orden por el orden (fascismos), ni el reparto de miseria equitativa para TODOS (comunismos) entran en mis planteamientos! y, aunque sea una dictadura del secretariado de cada organización política, intento influir con mi voto.

    Ese voto, y otro, y otro...; LIBRES, no cautivos; son los que cambian las cosas; por mucho que TODOS se presenten como renovadores y, se compuebe que sólo querían LLEGAR: "quítate tu, que me pongo yo" y; una vez instalados...:

    https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%AD_ministro

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    1. A estas alturas todos sabemos la ideología que defiendes, no hace falta que nos lo aclares. Parece que la consigna de ahora es hablar de voto cautivo, de falsas primarias, de falta de democracia en lo que se vota cuando parece probable que se va a perder el poder... Me parece muy sospechoso. Tan sospechoso como cualificar de bolcheviques a Podemos que me parece tan fiable como hablar del comunismo de Franklin Delano Roosevelt...

      Es más que evidente que las políticas liberales de disminución de los impuestos directos (IRPF) y aumento del indirectos (IVA) empobrecen a los menos afortunados y enriquecen a los que ya son ricos. Los mercados, sin intervención de los estados, no se re-equilibran, al contrario, es tan fácil que los poderosos, aún sin ponerse de acuerdo y sin el G20, abusen de los menos potentes. También es evidente que hay cosas que por su propia naturaleza no puede ser objeto de explotación económica entre otras razones porque la indefensión del usuario es total, hablo sin duda de educación, salut y de la solidaridad ante catástrofes, cuando menos... Y voy a dejar de lado el abuso de poder y la corrupción que ha aflorado en los partidos que están defendiendo todo eso que está tan alejado de la ética en la política y la gestión económica que estoy defendiendo...

      Muchas gracias por la aportación de tu comentario.

      Un abrazo.

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    2. Debe reconocer , señor Betulo, que una alcaldesa con un doctorado en Hegel no es precisamente una bolchevique, pero tiene acceso a una lectura bastante real de las dinámicas sociales que usted no con su limitada concepción de lo que es política... Pero no se preocupe, que su opinión no nos importa una mierda. Esto es como el relato de Antígona. Nos la va a sudar lo que nos diga el rey, vamos a enterrar a nuestro padre. Después de todo, los derechos, reconocidos o no, no se discuten, se ejercen, a pesar de tu dolor.

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    3. Encantadora esa referencia a Antígona.

      Muchas gràcias por la aportación de tu comentario.

      Un abrazo.

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  2. Sr. Bacteria; ya que usa el Nos mayestático, este humilde pensador, le hace saber que vuestra opinión si le importa; pues sólo sabe que no sabe nada; aunque rebose al exterior lo mucho que acumula.

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    1. Sé muchísimo, gracias a Dios tengo la virtud de la soberbia, se me puede abrir debate e incluso ser convencido de lo contrario de lo que pienso si la argumentación es sólida, algo imposible para tu cerebro únicamente poblado por procariotas y amebas. Otros tienen el castigo de Dios del sindrome de Dunning Kruger; Su incompetencia les impide ver lo incompetentes que son y como al mismo Sócrates le pasaba con los sofistas como tú, su desesperación los conducía al ataque personal sin capacidad alguna de ofrecer algo de contenido, simple descalificación.

      Betulo, hay jerarquías, la igualdad no existe, y la mayor evidencia de ello es que eres el felpudo de la puerta de la casa del Papá.

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    2. Te recomiendo que no intentes usar la dialéctica socrática conmigo, Han pasados 2500 años puedo asegurarte de que hay métodos para dejarte en ridículo con suma facilidad. Deberías darme las gracias por este consejo.

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    3. Muchísimas gracias, Alteza.

      ¡Si me importara el ridículo,,,!

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    4. Una vez más y sin que eso siente precedente, voy a estar de acuerdo contigo, es cierto: Careces del más mínimo sentido del ridículo.

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    5. jejejejeje... últimamente, estás mucho de acuerdo conmigo; voy a tener que empezar a preocuparme.

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    6. No te preocupes, son esas excepciones que confirman la regla...

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    7. Ya que es público, me gustaría opinar al respecto de este pequeño debate informal que habeis originado aquí.
      De entrada no recuerdo haber estado nunca de acuerdo con nada de lo que ha ido planteando el amigo Bétulo comentario, tras comentario, ni esta vez siquiera. Mi impresión es que exagera al extremo sus planteamientos con el fin de generar polémica, y está en su perfecto derecho a hacerlo, pero personalmente prefiero debatir de otra forma.
      Al margen de esto, me gustaría defender la idea de que, siempre que nos atengamos a unos mínimos límites como el respeto a los derechos humanos, toda opinión merece ser atendida con interés y respeto, por muy lejos que se encuentre de lo que cada uno piense.
      Reflexionando sobre las libertades individuales y colectivas, John Stuart Mill exponía lo perjudicial que nos resulta como individuos y como sociedad el tratar de anular, despreciar o ridiculizar las razones de otros. Decía que cuando la idea del otro es buena, nos permite sustituir "el error por la verdad" y cuando es mala, nos ofrece "un conocimiento más profundo la verdad, en su colisión con el error". Los argumentos carentes de la comprobación que supone la discrepancia tienden a convertirse en una suerte de dogmas, que aprendidos sin más, resultan pobres de significado.
      Supongo que todos aspiramos a que nuestras ideas se reflejen en una mayoría que permita articular la sociedad en la que vivimos, pero me gustaría pensar que no todos las impondríamos de cualquier forma. Mill decía también que una sociedad que permite a sus individuos vivir ignorando las razones de grupos distantes, es una sociedad injusta. También estoy de acuerdo en esto.

      Un abrazo.

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    8. Me encantan tus aportaciones, Pucho, tanto por el qué como por el cómo. Comparto contigo ese gusto por escuchar a todo el mundo porque me parece lo correcto. También comparto contigo que las razones de los demás siempre son dignas de consideración aunque sean erróneas o parciales, aunque a veces canse. Creo que la forma correcta de discutir es razonar, hay que saber exponer las propias razones y hacer ver a quien las rebate donde se equivoca y por qué. Odio ese estilo tan en boga que consiste en no escuchar, en colgar etiquetas, en hacer de una parte de los argumentos que se quieren rebatir un todo, en no dejar hablar... Sin olvidar a los que no razonan y solo saber repetir los dogmas y las consignas recibidas.

      Muchas gracias de nuevo.

      Un abrazo.

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  3. "No tenemos el poder, no estamos en el gobierno, no tenemos multinacionales, no dominamos la financia especulativa mundial, no tenemos nada de eso. ¿Qué es lo que tenemos, entonces, para oponer? Nada más que la conciencia. La conciencia sobre los hechos, la conciencia de mi propio derecho, la conciencia de que soy un ser humano -sencillamente un ser humano, y que no quiero ser más que eso- la conciencia de que lo que está en el mundo me pertenece -no en el sentido de propiedad, me pertenece como responsabilidad, me pertenece como derecho a saber, como derecho a intervenir, como derecho a cambiar-. Eso se llama la conciencia”.
    José Saramago

    Bienvenida sea esta iniciativa.

    Un abrazo

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    1. Muy bien por Saramago y a ti por recordárnoslo, pero "a dios rogando y con el mazo dando". No podemos dejar de actuar, ya que cada hormiga a porta su parte al nido, cada grano de arena aporta lo suyo a la playa...

      Muchas gracias por la aportación.

      Un abrazo.

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