Avís

Avís
=> Atesa la qualitat de les traduccions que fa Google translate, a partir d'ara publicaré els textos només en català. (Novembre del 2022)

dijous, 26 de març del 2020

Alegria (4) --- Alegría (4)

[Entrada 308]

Alegria (4)

L'alegria és la pedra filosofal que tot ho converteix en or.
Benjamin Franklin, estadista i científic nord-americà (1706-1790)
―Què vol?

―El mateix que tu volies fa una estona.

―Però ara tot és diferent. No vull embolics. El meu pare no sap que faig aquestes coses. Per a ell sóc un noi heterosexual amb xicota formal. I, a meś, m'encanta treballar amb ell.

―Qui és el teu pare?

―El mestre dels pintors.

―I perquè ho ha de saber? Jo no li penso dir res si tu ho fas.

―M'és igual, vostè és el client.

―Oblida-ho. No anirem pas allà, encara no està habitable. Visc provisionalment en un petit apartament, no gaire lluny d'aquí. No tindrà res a veure amb la teva feina.

―I si ens veu algun dels companys?

―No ens veuran. Perquè ja sé que no passeu per aquí en plegar. Hi vinc cada dia quan surto, poc abans que plegueu.

―De totes maneres és un embolic.

―No sé si t'adones que serà un embolic o no depenent del que decideixis fer. No veus que, si te'n vas, li ho puc dir a ton pare canviant una miqueta les coses.

―M'estàs fent xantatge.

―Potser. O pot ser que només el preu del meu silenci.

―No puc venir sense ganes.

―Fem una cosa. Vens. I si no et faig canviar d'opinió abans de dues hores, podràs marxar sense cap risc. T'hauràs guanyat el meu silenci.

Es va quedar en silenci amb la barbeta arrepenjada al puny, com el pensador de Rodin. Vaig fer uns glops a la cervesa. Vaig indicar al cambrer que volia pagar, vaig liquidar el compte i em vaig aixecar. Es va aixecar lentament. Com si no tingués pressa. No havia ni tan solt tocat la seva canya de cervesa.

―Anem? ―vaig preguntar-li.

―Quin remei! No tinc opció. ―va respondre.

Vam arribar a la meva casa provisional en silenci. Vam entrar. Vaig anar a buscar una tovallola neta i el vaig dur al bany perquè es pogués dutxar.

―Voldràs dutxar-te, oi? No tinguis por que no et faré fer res que no vulguis fer. ―El veia nerviós i desconfiat i vaig pensar que dir-li això el relaxaria.

―D'acord. Ho faré. Em deixaràs sol, oi?

―Sí, tranquil. Sé que no et convé fer-me cap malifeta.

Es va dutxar en un temps raonable. Mitja hora després seiem amb una nova cervesa cadascú. Seguíem en silenci.

―Què has estudiat? ­―Vaig voler trencar el gel.

―FP de Construccions civils i edificació.

―Per què?

―El meu pare va estudiar arquitectura tècnica i jo volia seguir el seu camí.

―Vols seguir el camí de ton pare?

―M'encantaria. ―Va somriure. Per mi va ser un primer bon simpatoma. Eren les 18:55, em quedava 1 h i 15 minuts per donar-li la volta. Jo també vaig somriure.

―A mi, no m'agradava la feina de mon pare ni la de ma mare.

―Que fan els teus pares?

―Ell és metge i ella administrativa. Treballaven al mateix hospital.

―I tu que fas?

―Informàtica.

―Collons! Un friqui! ―i es va posar a riure. Jo el vaig imitar. Ja havia trencat el gel. Només havien passat quaranta-cinc minuts.

(Continuaré en el següent post)

Una abraçada








Alegría (4)

La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.
Benjamin Franklin, estadista y científico estadounidense (1706―1790)
―¿Qué quiere?

―Lo mismo que tú querías hace un rato.

―Pero ahora todo es diferente. No quiero líos. Mi padre no sabe que hago estas cosas. Para él soy un chico heterosexual con novia formal. Y, además, me encanta trabajar con él.

―¿Quién es tu padre?

―El maestro de los pintores.

―¿Y porque lo tiene que saber? Yo no le pienso decir nada si tú lo haces.

―Me igual, usted es el cliente.

―Olvidalo. No iremos allí, todavía no está habitable. Vivo provisionalmente en un pequeño apartamento, no muy lejos de aquí. No tendrá nada que ver con tu trabajo.

―¿Y si nos ve alguno de mis compañeros?

―No nos verán. Porque ya sé que no pasáis por aquí al acabar la jornada. Vengo cada día cuando salgo, poco antes de que acabéis.

―De todos modos es un lío.

―No sé si te das cuenta que será un lío o no dependiendo de lo que decidas hacer. No ves que si te vas, se lo puedo decir a tu padre cambiando un poquito las cosas.

―Me estás chantajeando.

―Quizás. O puede que solo sea el precio a mi silencio.

―No puedo venir sin ganas.

―Hagamos un trato. Vienes. Y si no te hago cambiar de opinión antes de dos horas, podrás irte sin ningún riesgo. Te habrás ganado mi silencio.

Se quedó en silencio con la barbilla apoyada en el puño, como el pensador de Rodin. Di unos tragos a la cerveza. Indiqué al camarero que quería pagar, liquidé la cuenta y me levanté. Se levantó lentamente. Como si no tuviera prisa. No había ni tan solo tocado su caña de cerveza.

―¿Vamos? ―le pregunté.

―¡Qué remedio! No tengo opción. ―respondió.

Llegamos a mi casa provisional en silencio. Entramos. Fui a buscar una toalla limpia y lo acompañé al baño para que pudiera ducharse.

―Querrás ducharte, ¿verdad? No temas que no te haré hacer nada que no quieras hacer. ―se le veía nervioso y desconfiado y pensé que decirle eso lo relajaría.

―De acuerdo. Lo haré. Me dejarás solo, ¿verdad?

―Sí, tranquilo. Sé que no te conviene hacerme ninguna fechoría.

Se duchó en un tiempo razonable. Media hora después nos sentamos ante una nueva cerveza cada uno. Seguíamos en silencio.

―¿Qué has estudiado? ―Quise romper el hielo.

―FP de Construcciones civiles y edificación. [FP son las siglas con las que en mi tierra se conoce la Formación Profesional]

―¿Por qué?

―Mi padre estudió arquitectura técnica y yo quería seguir su camino.

―¿Quieres seguir el camino de tu padre?

―Me encantaría. ―Sonrió. Para mí fue un primer buen síntoma. Eran las 18:55, me quedaba 1 h y 15 minutos para darle la vuelta. Yo también sonreí.

―A mí, no me gustaba el trabajo de mi padre ni el de mi madre.

―¿Que hacen tus padres?

―Él es médico y ella administrativa. Trabajaban en el mismo hospital.

―¿Y tú que haces?

―Informática.

―¡Coño! Un friki! ―y se echó a reír. Yo lo imité. Ya había roto el hielo. Solo habían pasado cuarenta y cinco minutos.

(Continuaré en el siguiente post)

un abrazo


2 comentaris:

  1. Interesante encuentro con un casi 'pollito'. Y todo apunta a que se terminarán disfrutando plena y totalmente, en una cama. Cuántos años tenías en ese momento?

    Supongo que debe hacer varios años atrás, cuando todavía los adolescentes gays no eran tan fáciles como lo son ahora. Al menos por estos lares.

    Hay excepciones, obvio, como en todos lados. Cuando yo era adolescente, mis amigos y yo, buscábamos relacionarnos con otros adolescentes. Ahora noto que el adolescente, está mucho más abierto a tener una relación con un treinta o cuarentañero.

    Esta situación, hoy por hoy, la aprovecho totalmente, porque no sé como será por allá, pero por acá, es muy fácil conseguir algún tipo de 'acercamiento' con un adolescente o joven, que ya no buscan 'pares' sino 'maduritos' que los comprendan y lo sepan llevar.

    Veremos como sigue tu encuentro con Pau (que pinta bien, al 'acercamiento' me refiero, aunque el pibito también sea pintor)...

    Jaaaaaa...

    Besos!

    ResponElimina
    Respostes
    1. El protagonista de esta història tiene entre trentaycinco y cuarenta años. Acaba de heredar el piso de su abuela que murió un año o dos antes.

      No he observado aquí en mi tierra que los adolescentes y jóvenes hayan cambiado de actitud respecto a los maduros. Normalmente los que seacuestan con adultos los hacen a escondidas y les da mucha vergüenza que alguien de su entorno pueda llegar a saberlo. No conozco ninguna pareja joven-adulto y en cambio me consta que las hay.

      Un abrazo

      Elimina